Vaya sorpresota.
Cuando la prepotencia, la arrogancia y la soberbia es parte de la alineación titular el resultado puede ser sorprendente.
Los Tigres de ayer fueron perfectamente bien representados en las acciones de su portero, ya que se veía distraído, poco ambicioso y relajado.
Los felinos se veían ganadores sin la necesidad de jugar, todo lo contrario a lo que suelen ser los equipos de "Tuca" Ferretti.
No tiene sentido hablar de lo futbolístico, lo que hicieron no es digno de su plantel.
Lo de Nahuel fue simplemente ridículo, careció de profesionalismo y reveló la falta de autoridad por parte de sus jefes, que no han prohibido al argentino que siga colocando en riesgo el futuro de los partidos.
No es la primera vez, la soberbia de Nahuel en esta ocasión tuvo un peso específico en el resultado final, pero lo peor es que después de su error su prepotencia seguía aumentando.
Cuidado, señor Ferreti, saque las pastillas porque ésos son los primeros síntomas de la "campeonitis" aguda.
VICTORIA DE ORO El Monterrey ganó en una plaza sumamente complicada, seguirá otra semana más como superlíder de la competencia, su futbol colectivo vuelve a dar signos de mejoría y su ataque otra vez se vio imponente e imparable.
Los Rayados vivieron una noche redonda en Torreón y otra vez Cardona brilló por su calidad, mientras la defensiva se vio un poco mejor ajustada.
Dicen que los ataques ganan partidos y las defensivas campeonatos, no sé qué tan cierto es eso, y mientras lo descubrimos me es grato ver que el poderío ofensivo de los Rayados sigue empujando al equipo de encuentro a los éxitos.
La ofensiva de Monterrey, dirigida por el maestro Cardona, amerita mi admiración.
No se ha mostrado insistente a la hora de presionar al rival, de ahogarlos en su propia cancha y generar 15 jugadas de gol por partido, pero es impresionante el olor a gol que tiene la jugada cada vez que rebasan la media cancha con espacios y balón dominado, lo que causa pánico a los defensores rivales.
Funes Mori no anotó, pero hizo un gran trabajo de atracción y de apoyo. Dorlan se vio rápido, menos egoísta y anotó, y Edwin Cardona sigue en plan de crack, un jugador que hace la diferencia.
A eso se enfrentó la defensiva de Santos y, como los anteriores rivales del Monterrey, no fueron capaces de frenarlos.
Con 11 goles anotados en seis partidos, este ataque es sin sombra de duda el alma y el corazón del equipo.
Y en relación a la frase que los ataques ganan juegos y las defensivas ganan campeonatos, ya sabemos que hasta ahora el ataque ha cumplido cabalmente, luego veremos si la defensiva logrará hacer lo propio.
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