Antes de la era del cronometraje con chip en las carreras de ruta, una de las preocupaciones principales de los organizadores era asegurarse de dar sus cronometrajes correctos a los corredores.

A cada corredor se le desprendía una etiqueta de su número de competencia que se ensartaba en un alambre en el orden en que había cruzado la meta, para luego "empatarla" con una lista de llegada por lugares y cronometrajes registrada en una computadora. Eso ocurría en México en 1987. Se cometían muchos errores.

Los organizadores que querían ofrecer resultados confiables limitaban la participación en sus carreras para que el número de corredores que cruzaba la meta no excediera los 120 por minuto en los "momentos pico". Hubo quien desarrolló un modelo matemático para hacer esos cálculos.

Pero llegó el chip y todo cambió. El Maratón de Nueva York decidió premiar al millonésimo corredor que cruzara su meta, acumulando las llegadas de todas sus ediciones, basándose en el chip.

No hubo problema para identificar a la corredora danesa Ingrid Lorentzen, quien cruzó la meta del Maratón en su edición 2013 en el lugar general 15 mil 887, en un momento en el que cruzaba la meta un promedio de poco más de 400 corredores por minuto.

Gracias a la tecnología, las llegadas a la meta dejaron de ser problema.

Pero el reto que ahora enfrentan los organizadores es parecido, aunque diferente.

Es parecido en el sentido de que se trata de corredores por minuto; es diferente en el sentido de que no se trata de llegadas a la meta. Se trata de resolver la cantidad de inscripciones por minuto que se pueden recibir por internet.

En Estados Unidos, la carrera Beach to Beacon 10K saturó sus cuatro mil lugares en un tiempo récord de 3 minutos y 43 segundos para promediar mil 75 inscripciones por minuto. Más del doble del número de corredores que cruza la meta del Maratón de Nueva York cada minuto, en su momento pico.

A no dudarlo, el crecimiento del running en el mundo no se detiene. ¿Tendrá la tecnología las respuestas para enfrentarlo?

Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.

 
 
rubenromero@reforma.com