Levante la mano quien haya disfrutado de la programación argentina de Fox Sports antes que los "símiles" mexicanos tomaran control de la programación de este canal deportivo.

Estoy seguro que recuerdas los divertidos partidos de futbol-tenis casi siempre definidos por la patada descendente de Walter Queijeiro, las largas entrevistas de Niembro, el cambio generacional entre Macaya Márquez y el Pollo Vignolo y las maratónicas previas de los súper Clásicos.

También estoy seguro que recuerdas el famoso marcador moral que buscaba analizar los partidos más allá del resultado. Básicamente se trataba de una pizarra imaginaria que, en lugar de contar goles, cuenta las llegadas.

Monterrey no pudo ganarle al Liverpool en el marcador más importante, pero sí lo hubiera hecho en ese famoso marcador moral y de manera contundente.

Dieciséis disparos contra 12, estadística que, en mi opinión, demuestra el gran partido que hicieron los de Mohamed.

El principal logro de Rayados en este Mundial de Clubes no es tangible, así que no lo busques por ahí, mi hermano. Se trata de un triunfo moral, un partido contra el mejor del mundo, que no se ganó en la cancha, pero se ganó en la vida.

Sin temor a equivocarme, creo que el orgullo rayado no se encontraba tan sólido como hoy desde aquel famoso 10 de diciembre del 2017. Aquella Final Regia que marcó un antes y un después en la historia del futbol regiomontano, pero sobre todo que maltrató el orgullo del rayado, a tal grado que provoco divisiones entre ellos mismos.

Monterrey ha recuperado la confianza y todo nace desde Antonio Mohamed, quien tuvo el liderazgo para levantar a los jugadores. Recuperaron la confianza en ellos mismos y se convencieron que un cierre como el que están teniendo en este 2019 era posible.

En ese momento el impacto era interno, hasta que llegó el gran partido contra el Liverpool. Fue ahí cuando entonces Monterrey sanó en el exterior, ya no sólo eran el "Turco", jugadores y directivos los que confiaban, ahora se sumó la parte más noble y quizás importante en todo este negocio, los aficionados.

La vibra que actualmente existe en el universo rayado me recuerda los tiempos del Tecnológico, tiempos que, por cierto, muchos siguen añorando.

Es importante aclarar que el Monterrey no es el único motivado. Pensar que el América se encuentra en un estado emocional inferior es un error, los del "Piojo" atravesaron por dos hazañas para llegar a esta Final, primero ante Tigres en el Volcán y en la Semifinal contra Morelia.

Precisamente de ese alimento moral que las Águilas han recibido en su camino nace la importancia del triunfo para la moral rayada en el Mundial de Clubes. Será una Final de gran autoestima.

 
Twitter: @AldoFariasGzz