Rayados ante el mundo, sí, pero hay maneras y la manera en la que Monterrey enfrentó al Liverpool deja muy bien parado a México y todo lo que representa.

Históricamente Nuevo León se ha caracterizado por su grandeza industrial. Empresas de casa que se han convertido en líderes mundiales y no hace mucho tiempo dos de ellas decidieron entrarle al futbol.

El camino no ha sido fácil para FEMSA y Cemex en lo deportivo. Debemos reconocer que el futbol regiomontano tardó mucho más de lo esperado en reflejar el poderío económico de sus propietarios en la cancha.

Trabajar con los estándares de una empresa como FEMSA es complicado, principalmente por qué así ganes todo lo que puedas ganar en lo deportivo, nunca se podrá equiparar con la grandeza de la empresa madre, pero durante 90 minutos, el Club de Futbol Monterrey lo logró.

Los de Mohamed llevaron hasta el límite al considerado por muchos, el mejor equipo del mundo, correcto, el campeón de la Concachampions tenía contra la pared al campeón de la Champions.

Yo sé que el Liverpool tenía ausencias importantes y que arrancó el partido sin al menos cinco de sus titulares, pero no es como que se llega a ser campeón de la Champions con una banca de tres pesos, los que jugaron siguen siendo algunos de los mejores futbolistas del planeta.

Al finalizar el partido, Rogelio Funes Mori señaló que no existe tanta diferencia entre las Ligas europeas y las de América como se piensa. Entiendo que el "Melli" haya declarado con el calor del partido recién disputado, pero yo sigo pensando que la diferencia entre los mejores equipos de Europa y los mexicanos sigue siendo abismal.

El partido que Rayados hizo en la Semifinal debe ser tomado como la mejor participación de un equipo mexicano en la historia del Mundial de Clubes y solo eso. Una muestra que con estrategia, ejecución, corazón y un poco de suerte, se le puede hacer partido y hasta ganarle a los mejores, pero sería una gran error pensar que por este encuentro la distancia entre el futbol europeo y el mexicano se ha acortado, cuando es todo lo contrario.

Reconocer la distancia entre un mundo futbolístico y el otro, lejos de demeritar, tan sólo engrandece la actuación rayada en Qatar.

Para la anécdota queda el marcador de tiros en el que Rayados plasmó superioridad (16 vs. 12), las caras de Klopp y los inmensurables elogios al portero Alisson Becker, evidencias contundentes de que Rayados fue mejor que Liverpool, al menos por 90 minutos.

La Pandilla puede dormir tranquila, ha cumplido con hacerle partido al Liverpool, el objetivo más ambicioso, pero real que podía trazarse.

 
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