Con incuestionables méritos los Tigres obtuvieron su séptimo título de Liga.

Siete títulos que ponen a los Tigres, en ese rubro, en el quinto lugar en la historia del futbol mexicano, lugar compartido con los Pumas y el León, los tres apenas abajo de los ocho títulos del Cruz Azul y más alejados de los 10 del Toluca, los 12 de las Chivas y los 13 del América.

En el caso de los flamantes campeones, lo que sobresale y los distingue es el corto tiempo en el que han obtenido los cinco títulos más recientes; porque después de los dos primeros, logrados bajo la dirección técnica de Carlos Miloc en 1978 y 1982, pasaron ¡29 años y medio! para que obtuvieran el tercero, en diciembre de 2011, cuando Ricardo Ferretti apenas iniciaba su tercera y muy productiva etapa al frente de los Tigres.

Tan productiva, que en ese lapso de ocho años ha ganado esos cinco títulos de Liga, además de uno de Copa y de seis subcampeonatos que para nada pueden desdeñarse: el de la Libertadores, dos más de Liga y tres de la Concacaf.

Ocho años que a los Tigres les han bastado y sobrado para que nadie se les acerque siquiera a pretender competirles como "el equipo de la década"... a la que todavía le queda año y medio.

Mientras otros equipos con todo y sus seguidores siguen hablando de su supuesta "grandeza" atenidos a la vaguedad del término y a lo subjetiva que resulta la medición de la misma, los Tigres han sabido forjarla en la cancha con sus triunfos, con los títulos y el buen futbol.

Un futbol mucho menos "defensivo" de lo que suele tachársele, aunque sí terminara siéndolo en la cancha del León el pasado domingo.

Para dominar un sistema de juego, una forma de jugar, no hay en este reciente lapso de ocho años un equipo mexicano comparable con los Tigres.

A tal grado dominadores de lo que hacen, y del equilibrio indispensable entre labores defensivas y ofensivas, que por lo general no se ven obligados a salirse de su aprendidísimo esquema. Pero si las circunstancias los obligan, son tan capaces de tornarse mucho más ofensivos, como de fortalecerse en su propio territorio como lo hicieron en esta deslucida Final cuando vieron que estaban lejos de contar con la óptima versión de cada uno de sus elementos de ataque.

Y si los Tigres obtuvieron su séptimo título de Liga, también lo obtuvo Ricardo Ferretti como director técnico (uno con las Chivas en 1997, otro con los Pumas en 2009 y éstos cinco) para así igualar en ese renglón a Ignacio Trelles, único que había alcanzado tal cifra (entre 1950 y 1991). Ferretti en menos años pero más torneos, cortos y no largos... y en un futbol mexicano mucho más competido y de mayor nivel de exigencia.

¿Y si en lugar de cuestionar o menospreciar la verdadera grandeza de otros se pone cada cual a forjar o actualizar la propia sin dejar de reconocer la ajena?

En la mayoría de los casos sería un buen inicio.

 
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