El pentagrama de Martino no parece tan barroco como el de Osorio. ¿La obra maestra resultará mejor? Estamos lejos de saberlo. Lo más simplista sería decir que sí, pero hacen falta muchas más pruebas de ensamble y armonía.
Sin Copa América y Confederaciones de por medio, probablemente tendremos que esperar hasta Qatar 2022 para llegar a la respuesta precisa.
Mientras tanto, las primeras sensaciones son positivas. Martino no abusa de los bemoles. Escribe la melodía desde lo práctico, sabedor del poco tiempo que tiene por ahora para la compleja labor de composición.
"Tata" rechaza el exceso de notas espumosas. Ésas que, aunque bellas, el futbolista tarda en digerir y el público en entender.
De un órgano de sonidos graves y parsimoniosos, se ha pasado a uno versátil con ritmos auto programados de fácil manejo y aceptación.
Pero insisto, no caigamos en las garras de lo absurdo. Vayamos sintiendo poco a poco el cambio. Es ilógico que podamos decir que la Selección Mexicana de Gerardo Martino ya tiene un esquema definido y un estilo dominado.
El director de orquesta y los músicos están en etapa de ensayos y, aunque desde hace tiempo se conocen, es otra batuta. Además, algunos novatos ni siquiera han afinado bien los instrumentos y otros tantos experimentados, apenas se animaron a desempolvarlos.
CONCLUSIONES TRAS LA GIRA A Diego Lainez le vendría de maravilla ser parte del proyecto Sub 20, donde podría ser referente del equipo. Requiere desarrollo y minutos. Con Selección Mayor no tiene lugar asegurado. Intentar apresurarlo podría resultar contraproducente. Aterrizarlo un poco le ayudaría.
El intento de cambio generacional que se pretendió generar durante el interinato es imposible alcanzarlo por ahora.
Alvarado, Gudiño, Lainez, Vega, Guzmán y Sánchez, no están para asumir grandes responsabilidades en el combinado mayor.
Mención especial para Carlos Rodríguez, de Rayados. Presencia, personalidad y calidad, como si tuviera 40 partidos con Selección Mexicana. Sin duda, la más grata revelación de la primera gira de Martino.
Edson Álvarez comienza a tomar la etiqueta de inamovible en el nuevo proyecto. Jugó ambos partidos y Martino habló de él como el próximo mexicano que debe emigrar a Europa.
Moreno, Guardado y Hernández demostraron que aún quieren, desean y pueden aportar en Selección Mexicana. Están dispuestos a ser parte del nuevo proceso.
Reglas claras, disciplina y compromiso. Martino no se guarda nada. Dice las cosas de frente, sin temores y sin proteger a nadie. Se hace respetar y hace respetar a nuestro equipo.
Ya con el grupo de músicos elegidos y la partitura adecuada, el primer gran ensayo con público llegará en Copa Oro. Ahí veremos si nuestra orquesta es capaz de enchinarnos la piel.
Twitter: CARLOSLGUERRERO |