NADIE LO SOPORTA No cabe duda de que la nacionalidad no es la que impera, sino tu sangre, tus genes y como seas como persona.
Hay quienes critican a los franceses por ser muy "creídos". Pero no es por la nacionalidad, y en nuestro futbol tenemos un caso: el del monsieur André-Pierre Christian Gignac, un verdadero ídolo dentro y fuera de la cancha.
Pero hay otro caso completamente adverso, el de su compatriota Jérémy Ménez, quien ya cayó de la gracia de varios en el Nido de Coapa.
Lo que inició como un fuego cruzado con el señor Miguel Ernesto Herrera Aguirre, ya se trasladó hasta el personal del club, que de plano ya ve como un lastre tener que ver o tratar con el francés en el día a día.
El problema de Jérémy es que nunca pudo quitarse esa actitud de diva y estrella europea cuando llegó de robar, perdón, jugar en Turquía y, pues obviamente, ya tiene cansado a más de uno.
Me contó mi Judas Ameee que, los días lunes y martes, los jugadores Águilas volvieron al club para realizar los exámenes médicos y cuando tocó el turno de Ménez para pasar a las pruebas, varios se extrañaron porque, sin razón alguna, el jugador entró con una cara de pocos amigos, sin hablar con nadie, hasta con mala actitud para realizar los ejercicios, a tal grado que varios se me espantaron.
Pues bueno, los doctores aguantaron los berrinches al principio pero después de un rato Ménez ya los tenía hasta la madre a todos, a tal nivel de que ya nomás completaron la sesión con el francés porque no había de otra.
Pero eso no fue lo peor, no señores, mi Judas me contó que la cosa se puso fea cuando entró "El Piojo" al consultorio para inspeccionar cómo iban las cosas con sus jugadores.
Pasó uno por uno, pero cuando llegó al área donde estaba Jérémy se sintió una vibra muy pero muuuy pesada y un silencio digno de un funeral.
Me gustaría decirles que Ménez sólo fue grosero con los doctores, pero no, lo mismo le ha pasado con utileros, jardineros, aficionados, medios de comunicación y, por su puesto, con su entrenador, por más que Miguel lo niegue.
PD: Hay de franceses a franceses.
SIN POPULISMO En un País en donde el populismo es cosa de todas las mañanas (saludos a Andrés), llaman la atención los ejemplos en los que los líderes pueden ganarse el respeto sin imponer medidas solamente para quedar bien, y para ilustrar el caso voy a hablar del señor Gerardo Daniel Martino.
Cuando el "Tata" llegó a la Selección Mexicana a muchos les parecieron extrañas y hasta exageradas sus formas.
Para empezar, el técnico prohibió que todo aquel que no fuera jugador o integrante del cuerpo técnico viajara en el autobús del equipo.
Después, rompió con una vieja tradición, desde los tiempos del señor Miguel Ernesto Herrera Aguirre, ya que todos -sin excepción- compartían el pan y la sal al mismo tiempo. Pues bien, el argentino restringió el uso del restaurante, otra vez para los jugadores y su equipo de trabajo.
También le prohibió al encargado del departamento de análisis e imagen de la Selección Mexicana, Irving Mendoza, seguir grabando a ras de campo, y me lo mandó a hacer su chamba desde una torre o donde fuera, pero sin interferir con el trabajo en cancha.
Después en plena conferencia de prensa organizada por Soccer United Marketing exigió que se pensara menos en lo económico y más en lo deportivo, dada la calidad de la cancha en San Diego, donde el Tri se midió a Chile.
En plena Copa Oro ha insistido en que México requiere ir a un torneo de mayor nivel como la Copa América.
Hasta en la convocatoria de jugadores muchos apostaron a que perdonaría a Jesús Manuel Corona por el desdén al Tri y se quedaron con el ojo cuadrado cuando vieron cómo prescindió de él.
Y aún así, con medidas o discursos antipopulares, les puedo asegurar que el "Tata" se ha ganado el respeto de propios y extraños, y hoy más que nunca la gente está convencida de que fue la mejor de las apuestas, capaz de poner orden en una Selección Mexicana que en muchos aspectos era una auténtica pachanga.
PD: Yo soy pro "Tata", porque soy "pro" de la calidad.
AÚN DÉBIL El que anduvo por la Ciudad de México fue el lateral de Rayados, el señor Miguel Arturo Layún Prado, pero fíjense que todavía no está para volver a las patadas.
Ya ven que me lo operaron de un tumor en el riñón y, afortunadamente, pues salió bien, pero todavía le resta una semana para reportar a las canchas.
Eso sí, Layún todavía anda despacio y hasta se cuida de recibir algún movimiento brusco.
De eso me percaté el miércoles durante la presentación de su café soluble, que se produce en su natal Córdoba, Veracruz.
El jugador se animó a entrarle a las ligas empresariales y hasta invitó a sus cuates Héctor Herrera, Iker Casillas y Diego Lainez, y ahora venderá su Café 19 en varios supermercados.
Pero fíjense que en plena presentación, Layún andaba saludando a varios invitados, entre ellos la cantante Paty Cantú y el conductor Yordi Rosado, pero de pronto una buena amiga se acercó con ganas de darle un fuerte abrazo.
El futbolista de los Rayados de Monterrey la detuvo en seco, casi como cuando hace sus barridas en la cancha, y le pidió menos brusquedad.
"O sea, ya estoy bien pero no tan fuerte, que todavía me duele", le dijo Layún, entre risas a la amiga, que no se ofendió, pero que dejó claro, para los ahí presentes, que el jugador todavía no está al 100 por ciento.
PD: Eso no fue culpa de Layún.
Mail: san.cadilla@reforma.com Twitter: @SanCaReforma |