Esta edición de la Copa América ha reforzado mi idea de que en el futbol actual basta con estar fuertes, bien preparados físicamente y con el camión bajo la portería y cualquier equipo, pese a carecer de calidad técnica, puede complicarles la vida a los llamados grandes.
En Chile 2015 lo físico ha logrado imponerse a la técnica, eso ayudado por un arbitraje permisivo y demasiado tolerante.
Agarrones, empujones y claras faltas que, con el afán de los silbantes de dar continuidad al juego, no son señaladas, hacen prácticamente imposible la vida de los ofensivos, que como quieran se las arreglan para seguir sobreviviendo y destacando.
La técnica de los argentinos fue la clave del buen primer tiempo, pero no aguantaron la intensidad física impuesta por los paraguayos y terminaron cediendo el empate.
Luego, los uruguayos les vendieron carísima la derrota y en esos dos encuentros el mejor jugador del mundo pasó desapercibido.
Contrario a lo que le sucede a Neymar con la verde amarelha, Lionel Messi tiene compañeros con calidad comprobada, pero son ellos los que no juegan para el equipo y la "Pulga" ve frustrados sus intentos de hacer con La Albiceleste lo que hace con el Barcelona.
Ya en Brasil la pachanga es distinta. Si ustedes leyeron mi columna del viernes pasado y vieron el infame partidito que dio Brasil en su derrota frente a Colombia, entendieron cómo están las cosas.
El Neymar inteligente, compartido y versátil del Barcelona volvió a ser el "cascarero" de antes. No hay un esquema táctico definido, no hay compañeros de calidad que le hagan segunda y tampoco jerarquía en la dirección técnica que le exija nada. Del imponente Dunga jugador, al desorientado Dunga entrenador hay un mundo de diferencia.
El anfitrión y fuerte candidato al título apenas empató con el equipo B de México, y no me digan que los nuestros dieron un partidazo.
Cada vez es más evidente que las diferencias técnicas que existen entre un equipo y otro están siendo tragadas por la fuerza física, a nivel de selecciones se nota más por el poco tiempo que los técnicos tienen para trabajar en lo táctico con sus jugadores.
Hoy los mexicanos saltarán a la cancha para jugar su primera Final en esta Copa. Estando obligados a ganarle a Bolivia no lo hicieron.
Esperemos que esta obligación no se convierta en una incontrolable presión, ya que de no vencer hoy a Ecuador podrían quedarse fuera.
Saquen sus machetes y hachas, creo que otra vez tendremos una guerra muy parecida a la que vivimos frente a Bolivia, pero ojalá estén efectivos como estuvieron frente a Chile.
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