¿Quién o qué nos pasó por encima?

Seguramente al término del primer tiempo, jugadores y cuerpo técnico del Veracruz se preguntaban eso.

Por derecha, por izquierda, por el centro, por aire y a balón parado, el ataque del Monterrey se sirvió con la cuchara grande y volvió a dar cátedra de contundencia.

Creo que Carlos Reinoso, el papá, tomó ayer una sabia decisión al elegir ir a la boda de su hija a estar en el banquillo de su equipo.

El prietito en el arroz en esta excelente exhibición futbolística de los Rayados fue la falla de Jonathan Orozco, quien al final se ve "olvidada" por el resultado, pero eso debe preocupar a Mohamed, ya que es algo muy repetitivo últimamente en el portero.

Del resto, sólo hay cabida para los elogios.

El juego aéreo defensivo se ha visto mejor, salvo los titubeos de Orozco; en la media cancha volvimos a ver un buen entendimiento entre Ayoví y Gargano, apoyados por Carlos Sánchez, quien es una maquinita de jugar al futbol con su capacidad técnica y física que me impresiona.

Señores, en nuestra ciudad somos afortunados de tener a dos equipos de calidad y con estilos y formas diferentes de jugar al futbol, aunque a los Tigres les falta mostrar más en este torneo.

Los dirigidos por "Tuca" Ferretti apuestan por la paciencia.

La preferencia de los felinos es la posesión de la pelota, requieren de muchos toques para tratar de mover y desestabilizar al adversario antes de intentar un cambio de ritmo rumbo a la anotación.

Los Rayados son todo lo contrario. Tener la posesión de la pelota no es su prioridad y cuando la recupera utiliza mucha movilidad, velocidad y verticalidad para definir las jugadas; me gusta más eso, es cuestión de gustos.

Casi siempre el inicio de los ataques de Rayados está comandado por la batuta inteligente de Cardona por izquierda y Carlos Sánchez por derecha; Veracruz no pudo cortar el mal por la raíz y el resultado ya lo conocemos todos.

Mi conciencia me obliga a hacer justicia y ahí voy.

He criticado a Mohamed por el pobre trabajo de táctica fija que se vio en la temporada pasada, sabiendo que eso es su especialidad. Yo no entendía por qué no lo hacía parte de sus variantes ofensivas.

Por eso hago una mención especial para el segundo gol rayado, trabajado en El Barrial y ejecutado a la perfección en el BBVA Bancomer para el deleite de los aficionados presentes.

Finalmente volvimos a ver la especialidad de la casa: una jugada prefabricada perfectamente ejecutada que estoy seguro que no sólo engañó a los defensas jarochos, también muchos de ustedes que veían por la tele el juego se fueron con la finta.

Éste es el "Turco" que conozco y éste es el Monterrey que la gente quiere.

 
 
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