Si por algo se caracterizó San Luis durante años fue por su inestabilidad futbolística; las franquicias, equipos, motes, colores han sido itinerantes, pero siempre de San Luis, la incertidumbre es algo que la afición potosina conoce y maneja a la perfección desde la aparición de la Trinca Tunera en 1957.

Mudanzas, desaparición de equipos, ascensos, descensos, grandes hazañas, terribles torneos, participación en copas internacionales, años sin futbol, es lo que ha hecho a la afición de San Luis fuerte.

Bonos agotados, mayor cantidad de asistencia en partidos de su equipo femenil en el Alfonso Lastras, las playeras de la nueva temporada volaron de las tiendas; son las nuevas imágenes que se viven en San Luis Potosí, esto es lo que el regreso de un equipo potosino a Primera División ha generado.

Los últimos años han sido un cuento de hadas, hace 3 no había fútbol, la franquicia estaba congelada por falta de liquidez; en el 2017 se encontraron frente a frente: un proyecto sin rumbo y la expansión colchonera, Atlético de Madrid invirtió y devolvió el rumbo al futbol potosino a través de Atlético de San Luis, en 2 años han logrado lo que no se pudo en los 4 anteriores, lo que hoy vive la afición de nueva y vieja generación es una muestra de lo mucho que importa que San Luis tenga futbol estable y competitivo.

 
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