Dicen que las grandes batallas forjan a las estrellas, y Patrick Mahomes es la prueba fehaciente.
El mariscal de campo de los Jefes de Kansas City llevó a su equipo a ganar un Super Bowl por primera vez en 50 años, pero antes tuvo que superar pruebas muy complicadas.
La primera se dio en octubre pasado, cuando sufrió la dislocación de la rótula de la rodilla derecha, una severa lesión que amenazaba con frustrar la campaña de Mahomes y los Jefes, pero el QB de 24 años se sobrepuso.
Luego tuvo que encabezar tres remontadas que valieron un anillo de SB.
En la ronda divisional, Houston derrotaba 24-0 a los Jefes, pero apareció la magia del QB de los Jefes, quien lanzó 5 pases de anotación, y Kansas City accedió a la Final de la Conferencia Americana al ganar 51-31.
En el duelo por el título del Joven Circuito, los Titanes tomaron una rápida ventaja de 10-0, pero Mahomes nuevamente encabezó la remontada y Kansas City se llevó el triunfo 35-24.
Y anoche, cuando parecía que San Francisco alcanzaba su sexto SB al tener una ventaja de 10 puntos y restando apenas 7 minutos de juego.
Pero la defensa de los Jefes ajustó, cerró en el momento preciso y apareció la magia de Mahomes, quien llevó a su equipo a conseguir 21 puntos en esos 7 minutos.
No hay duda, la NFL tiene una nueva estrella, Patrick Mahomes II.
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