Para el futbol argentino, el mercado mexicano es sumamente atractivo.
En número, sólo Chile tiene más jugadores de dicho país que los contratados por México en cualquiera de sus divisiones.
Según el observatorio de futbol mundial CIES, en su estudio anual cerrado el pasado mes de mayo, había 116 futbolistas argentinos en Chile y 87 en México, de los 820 exportados a todo el mundo.
Se sabe del jugador de ese país que suele tener muy buena mentalidad, que posee capacidad de liderazgo, lee bien el futbol tácticamente...y que de repente cuando lo quiere repatriar algún equipo de su país de origen, se deslumbra y trata de acudir como hipnotizado al llamado -sobre todo de Boca o River- aunque tenga contrato vigente en el lugar donde esté residiendo.
Está a punto de hacerse oficial que Pumas le ganó el pleito al argentino Gastón Silva y al mismo tiempo, que le cambió el veredicto a la FIFA.
Jugador del Torino de Italia y representado por su señora madre, acordó en su momento firmar un precontrato con los Pumas.
Con ese documento se tramitó la visa de trabajo para que pudiera entrar a nuestro país y se reportara al Pedregal.
Prácticamente en el aeropuerto cambió la decisión y tomó un vuelo con diferente destino: lo llamó Independiente y prefirió aterrizar en Avellaneda.
Como le ha sucedido a varios equipos mexicanos -y seguramente de otros lugares- se quedó Pumas vestido y alborotado, pese a los 1.6 millones de dólares que ya había acordado pagarle al Torino y los 600 mil dólares netos para el jugador.
Club Universidad decidió enviar el caso a la FIFA, que sorpresivamente decidió en contra: le pidió a Pumas que pagara la transferencia del futbolista que ni siquiera había pisado territorio mexicano. Un error parecido a algunos del VAR que de repente sancionan al revés pese a la evidencia de la falta.
Pumas tuvo la virtud de seguir peleando. Más que por el dinero, por el principio. ¿Porqué habrían de verle la cara el Torino, el jugador y el Independiente cuando ya había adquirido un derecho a través de un compromiso firmado?
El TAS, organismo máximo a nivel mundial para dirimir controversias, analizó el caso y sin que haya hecho oficial su veredicto -así es el procedimiento- dictaminó que Torino le pague a Pumas los 450 mil dólares que desembolsó para los juicios y abogados -todo cuesta en la vida- y algunas compensaciones adicionales.
Meterse al lío de entablar juicios de este tipo es engorroso, lento y caro.
Pero Pumas fue hasta el final y ha resultado victorioso a nombre del futbol mexicano porque pone en la mesa un antecedente en lugar de sólo tragarse el coraje como es común.
El segundo mercado más importante para el futbol argentino merece mejor trato mejor..o corregirlo a demandas.
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