Es difícil expresar lo que siento cada vez que termina una edición del WGC Mexico Championship, pues la cantidad de adrenalina es increíble y no pasa hasta que acaba el evento.

Ver año tras año a los mejores golfistas del mundo en nuestro País, es de verdad algo extraordinario. Es la cuarta edición de este magno evento que se ha convertido en el torneo deportivo y social más importante no sólo de nuestro México, sino también de Latinoamérica.

Al observar a tantas personas recorriendo el campo del Club de Golf Chapultepec se pone la piel chinita, cabe mencionar también que vi el campo en su mejor condición, greenes, fairways y roughs todo impecable.

Y qué decir de la gran organización del torneo, siempre a la vanguardia para tener lo mejor, todo ello impulsado por Benjamín Salinas Sada, CEO de TV Azteca, quien cuida cada detalle para ofrecer a los asistentes la calidad que merecen.

Es impresionante el despliegue para construir las gradas y los hospitalities que rodean al campo de golf, por su puesto hay que mencionar a los más de mil 300 voluntarios que participan únicamente por darse el gusto de estar con las estrellas del deporte de los bastones, que no decepcionan a ninguno de los asistentes.

El ver la entrega de la gente a los dos mexicanos, Abraham Ancer y Carlos Ortiz durante su recorrido es indescriptible. Cuando los dos pasaban por la tribuna del hoyo 17 los aplausos duraban más de 5 minutos y agradecían en todo momento el gesto de entrega.

Una gran ovación para los dos por su actuación, Abraham logró su mejor participación al terminar en el puesto número 12 de la tabla. En tanto, Carlos que era su debut en el torneo se repuso de la ansiedad de su primera ronda y concluyó su primera aparición en el puesto 16, para mí lo hicieron a pedir de boca.

El desenlace del torneo de nueva cuenta fue por demás emocionante, un tablero plagado de figuras del PGA Tour que se fue cerrando más y más al final. Un Justin Thomas, que parecía que nadie le podría arrebatar el triunfo, se fue cayendo en los últimos nueve hoyos para no volver.

Y qué decir del español Jon Rham que el sábado logró un espectacular hole in one en el hoyo 17 e impuso récord de campo (61), que al final solo le alcanzó para terminar en un empate por el tercer lugar.

De nueva cuenta el actual número uno del mundo Rory McIlroy, se quedó con las ganas del triunfo en México, pero se lleva por siempre el corazón de los mexicanos.

El final quedaba entre dos, Bryson de DeChambeau y Patrick Reed, este último tuvo tres birdies en los últimos cuatro hoyos y aprovechó el three putt de Bryson en el hoyo 71, que le dio el triunfo y su victoria más importante después del Masters de Augusta.

De nueva cuenta el golf mexicano vuelve a triunfar, México y su gente demuestran que estamos a la altura de los mejores del mundo y que aquí sabemos hacer muy bien las cosas. Mis respetos para el público, que por cuarto año consecutivo demostró el mayor de los respetos, esperando tener este sueño del WGC Mexico Championship por mucho tiempo más.

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