Dejemos que los episodios se sigan escribiendo, que cada partido genere una página nueva. No nos adelantemos a nada. No le coloquemos grilletes y candados desde ahora al duelo entre América y Tigres. No lo limitemos; tampoco lo forcemos. Permitamos que el niño crezca. Va bien, pinta para buenas cosas. Tiene condiciones, carácter y arrebato. Ingredientes de sobra para un receta que en un tiempo puede convertirse en Clásico.

No tengamos miedo a abrir el debate. No nos aferremos al pasado sólo porque alguien nos contó que alguna vez Necaxa y Atlante paralizaban al pueblo. Son tiempos distintos y los tiempos cambian. Abramos los ojos. Lo que ayer fue, no necesariamente hoy lo es.

América encuentra en Tigres lo que en la actualidad no le dan sus archirrivales Cruz Azul, Chivas y Pumas. Enemigos públicos a quienes les tiene tomada la medida desde hace tiempo. ¿Qué de malo tiene voltear a otros horizontes? Al América le hace tanto bien medirse con Tigres como a Tigres le hace bien probar fuerzas frente al América. Una sana lucha en igualdad de condiciones.

Para estos dos poderosos - económica y deportivamente hablando - es un juego aparte, un juego entre los hermanos mayores que de pronto se aburren de patear la pelota ante los pequeños de la casa.

En el turbulento mundo de las redes sociales, buen termómetro para entender por dónde se mueven las aguas, el debate sigue creciendo. Unos aniquilan por completo la teoría de que el enfrentamiento Tigres vs. América pudiera convertirse en un nuevo Clásico, otros, no descartan la posibilidad.

Hay quienes con un tono de cierta soberbia, aseguran que es algo impensado e irreal que estos protagonistas se requieran para crecer en lo deportivo. Otros, por el contrario, no descartan que estemos cercanos al nacimiento de una férrea rivalidad que ya no pasa desapercibida.

Aficionados de Tigres: no le tengan miedo a la posibilidad de un posible Clásico. No le rehúyan. No se escondan al primer indicio de debate. Sean responsables. Así como quieren (y merecen) ser tratados como un equipo y afición con etiqueta de "grande", asuman que el crecimiento de su equipo los está llevando a otros niveles de competencia donde deberán medirse ante rivales que no sean de la misma cuadra.

No se conformen con su Clásico Regio, por cierto, dignísimo, asombroso, único y el más pasional. Nada será igual a ese choque. Siempre será "su Clásico", lo cual no significa que deban cerrarle la puerta al destino que les ha tocado para ofrecerles otras opciones de inversión a futuro.

Aficionados del América: debe ser reconfortante saber que necesitan de otros equipos para llenar el hueco y aburrimiento que les causa hoy por hoy, enfrentarse a sus hermanos menores. Ya basta de tener que pegarle quedito a la pelota.

 
 
Twitter: @CARLOSLGUERRERO