Señoras y señores, yo sí lo recuerdo porque estuve presente.
Era muy joven pero me tocó narrar los partidos de México en Puerto Príncipe, Haití, de aquella eliminatoria donde estaban Guatemala, Honduras, Trinidad y Tobago, por supuesto México y Antillas Holandesas, para clasificar al Mundial de Alemania 74.
México llevaba un buen equipo, sin embargo, hubo un cambio en la Federación, la cual manejaba José Luis Pérez Noriega y de dirigentes de la Selección iba Felipe Zetter.
Un año antes, la Selección había jugado un hexagonal en Trinidad y Tobago para ver quién organizaba el torneo, y lo ganó México, pero resulta que hábilmente los hombres que manejaban la Federación Mexicana, cuyos descendientes siguen manejándola, decidieron venderle, así literalmente, la sede a Haití, pensando que la ganarían fácilmente.
Pero a pesar de que iban jugadores de la talla de Nacho Calderón, Rafa Puente, "Kalimán" Guzmán, Javier Sánchez Galindo, el "Campeón" Hernández, Manolo Lapuente, Pepe Delgado, Leonardo Cuéllar, Muciño, Bustos, López Salgado, Enrique Borja, no lograron clasificar.
Empataron dos partidos a cero, ganaron uno por 7-0 a Antillas, tras el cual hubo gran fiesta esa noche en el hotel y el partido clave que era contra Trinidad y Tobago, lo pierden por 4-0.
Costó mucho trabajo transmitir ese torneo por las dificultades de agarrar señal desde Puerto Príncipe vía Miami y de Miami a México, pero salió.
México le gana el partido final con un gol de Enrique Borja a Haití, Selección que ya estaba clasificada tras ganarle a Trinidad y Tobago 3-2 en un robo exagerado y descarado por parte de los locales, con ayuda de los árbitros.
Así Haití se clasifica como campeón de ese hexagonal al Mundial donde es goleado por toda Europa.
Aparentemente, Trinidad y Tobago no tenía más, ni gran cartel ni nombres, se puso todo para que la final fuera con México y Haití.
Un diario de circulación nacional de aquel entonces hizo una campaña terrible sobre lo que era Puerto Príncipe con pobreza, escasez de agua, alimentos; pero los directivos vivían como todo un marqués en el Hotel Casino.
Esto hay que recordarlo con exactitud y no con ideas vagas.
Poco después hay un "golpe de estado" contra Guillermo Cañedo y el futbol no se dejó de transmitir por televisión, al contrario, se siguió transmitiendo.
Lo que pasa es que el fracaso fue tan terrible, que la gente no quería saber nada de futbol y menos de la empresa que transmitía los partidos de la Selección, que en aquel entonces no fue la de siempre sino curiosamente fue el Canal 13, que pertenecía al gobierno, un canal muy joven, principiante, por la soberbia y prepotencia típica por los dueños de la empresa de televisión que siempre ha transmitido los partidos de la Selección.
Esto viene como recuerdo de que hoy México enfrenta Trinidad y Tobago en Puerto España, un país que ha crecido gracias a una labor de auténtico gángster que tuvo bajo el apoyo de Jack Wagner que logró clasificar a su Selección en 2006 cuando México fue con un equipo plagado de suplentes; o sea, fue un obsequio por obsequio, tú me das y yo te doy, todo se arregla así y en el futbol más.
Hoy será diferente, México debe salir a ganar para sacar puntos que le acerquen a la clasificación porque van a reaccionar Estados Unidos y Costa Rica.
Pero los resultados del proceso y el trabajo del técnico Juan Carlos Osorio han salido bien, pese a las dificultades que el entorno futbolístico le quiere poner, a excepción de aquel 7-0 terrible contra Chile, que no se va a olvidar nunca.
Esta es un poco la historia de aquel famoso partido en Trinidad y Tobago, yo sí lo viví, que no se lo cuenten.
Había gente que esa época ni siquiera existía, balbuceaba, pero yo estuve ahí presente. Qué lamentable, un periodista, imagínense ustedes.
Twitter: @joserra_espn |