Ser aficionado del Liverpool ayuda a forjar carácter, a entender que el trayecto no es fácil, que a veces los resultados no son lo que esperabas, pero que aún así, persiste ante todo un sentimiento que trasciende las fronteras del futbol.
Un club que ha formado una gran familia, la cual llega más unida que nunca a una Semifinal de la Champions League y con la Liga de por medio, las cuales penden de un hilo lo suficientemente frágil o fuerte, según lo decida la suerte del balón. Cada jornada es una Final y vivirlo es inigualable.
Enfrentamos a un Barsa enaltecido y favorito. Duelo de ilustres línea por línea: Klopp y Valverde con contrastes de estilo táctico y personalidad. Suárez y Coutinho en el papel del "ex incómodo" sin temor a dañarnos, la magia de Messi contra una línea comandada por el mejor central del mundo y un tridente espectacular fisurado con la lesión de Firmino. Un partido que sin duda nos tendrá con el alma en un hilo.
La constancia nos trajo a la cima, pero lo más importante es lo que va más allá de la cancha. Bill Shankly lo dijo: "Algunos creen que el futbol es una cuestión de vida o muerte, pero están equivocados; es mucho más importante que eso".
Tenemos todo en las manos del Liverpool y sin importar lo que suceda, qué orgullo ser parte de este club.
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