Minutos antes de su conferencia magistral del pasado jueves en Zacatecas, el maestro César Rincón volteó y dijo: "Cuidado, ese muchacho está haciendo cosas grandes, tiene un futuro prometedor".

El torero colombiano más importante que ha pisado Europa, sobre todo la plaza de Las Ventas de Madrid, se refería al peruano Andrés Roca Rey, el joven matador que está cautivando con su toreo en España y Francia.

Hace unos días el maestro valenciano Enrique Ponce le dio la alternativa en Nimes, Francia; y el martes de esta semana salió en hombros tras haber alternado con "Morante de la Puebla" y Julián López "El Juli", pero ello se lo ha ganado con actuaciones contundentes y merecidos triunfos que han hecho voltear no solo a los aficionados, sino a los profesionales.

Terminó su etapa como novillero e inició la de matador con todos los elementos de una figura en ciernes.

En unas horas llegará a México a presentarse como matador de toros de la mano de sus apoderados de Casa Toreros, en la plaza de San Miguel el Alto, Jalisco, en donde el domingo se inicia una feria juvenil.

El tiempo, el toro y su actitud serán quienes coloquen al torero andino en el sitio que le corresponde.

 
 
 
MARAVILLOSA SENCILLEZ
 
 
A Rincón no sólo se le respeta por su calidad de figura del toreo que posee, literalmente a sangre y fuego, sino por la extraordinaria sencillez con la que presenta en todos los sitios.

Verlo nervioso recorrer entre cajas antes de salir al escenario del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez en la preciosa Zacatecas, nos movió a reflexionar sobre por qué César ha logrado todo.

Un hombre que está más allá del bien y del mal en todos los aspectos, sigue siendo un profesional.

La responsabilidad que expresaba, pendiente de la cantidad de aficionados que había, el hacer bromas para relajar el estrés, el preocuparse por el más mínimo detalle de una conferencia, que como su toreo, domina bien, pero que como en los ruedos, no sabía qué le depararía el destino, hablan de la grandeza de Rincón, un hombre que disertó 90 minutos sobre su vida y dejó una frase que caló en todos:
 
"Suerte no es más que el meditado cuidado de los detalles"... Y qué razón tiene.

 
 
 
EL CAMBIO DE CHIP
 
 
Falta poco para saber los proyectos que Alfredo Sahagún, empresario del Nuevo Progreso, tiene para la Temporada Grande que se iniciará en breve.

Ha hablado con las principales figuras y muchas de ellas estarán ante la exigente afición tapatía, que, por lo pronto, el domingo verá la última de las novilladas con dos triunfadores como Diego Emilio y Rafael Serna, además de Leo Valadez, una grata revelación, lidiando novillos de El Vergel.

 
guillermo.leal@reforma.com
 
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