Culebrón celeste
 
 
La historia entre Tomás Boy y Fausto Pinto es digna de venderse a los grandes productores de telenovelas del País.

En esta historia, antes de tener que trabajar juntos y prometer que "jalarían" para el mismo lado en Cruz Azul, Pinto y El "Jefe" había construido una enemistad que llegó a tener tintes violentos.

Si bien a la llegada de Boy como técnico de La Máquina ninguno de los dos se juró amor eterno, en repetidas ocasiones se jactaron de ser suficientemente profesionales como para "olvidar" cualquier enfrentamiento del pasado.

Pero la realidad es que desde el arribo del entrenador hace unas semanas, el defensor está borrado del equipo celeste donde apenas ha jugado un minuto en cuatro de cinco partidos posibles.

¿Donde estuvo en el duelo ante Toluca de la Jornada 16? Claro, con el Sub 20, como titular.

Lo curioso fue que, al finalizar ese encuentro, donde ganó La Máquina 2-0, Pinto tuvo que esperar afuera del Estadio Azul para que lo dejaran entrar a ver el partido del Primer Equipo, como si fuera cualquier extraño... ¿O ya lo es?

 
 
 
 
Gran anfitrión
 
 
El presidente de la Federación de Futbol de Honduras y quien preside también la Concacaf, Alfredo Hawit, fue un anfitrión de lujo para el Tricolor.

El dirigente siempre ha tenido una gran relación con el ex presidente de la FMF, Justino Compeán, y procuró que al Tri no le faltara nada en su visita a San Pedro Sula.

Dicen que el directivo abogó porque no se escatimaran esfuerzos para garantizar la seguridad de la Selección Mexicana y que la Policía ejerciera vigilancia extrema en el hotel del Tri, para evitar eso de las serenatas. Fue por eso que las calles por las que se accedía al hotel de México lucieron vacías a eso de la una de la mañana de ayer.

Para ser todavía un mejor anfitrión, Hawit se llevó a Decio de María, el actual presidente de la FMF, a cenar a un restaurante donde se reúne la crema y nata de la "high society" de Honduras.

Así que cuando le toque al hondureño pagar la visita, seguramente lo tratarán como auténtico rey.

 
 
 
 
Maquilladita catracha
 
 
Honduras hizo tooodo lo que pudo con la finalidad de que el Estadio Olímpico Metropolitano estuviera lo más decente posible para recibir el partido contra México, que vaya que genera expectativas en aquel país.

Es por eso que en la víspera del duelo hasta mandaron a fumigar las gradas, pero lo que más me sorprendió es que la Selección local haya preferido no entrenar ahí para no ponerle en la torre a la cancha.

A sabiendas de que México iría al tradicional reconocimiento, los hondureños optaron por practicar en el Estadio Morazán.

Lo simpático es que ni con todas esas medidas pudieron tener un campo a la altura, pues al medio tiempo del duelo frente al Tri, de inmediato entraron 15 personas a aplanar la cancha y a tratar de resanar los hoyos que aparecieron por doquier.

 
 
san.cadilla@reforma.com