La Copa no se le da.
El Monterrey lleva dos derrotas en su nuevo y bello Estadio BBVA y coincidentemente ambas en el mismo torneo.
¿Si digo que la Copa no se les da a los Rayados me dirían que estoy mintiendo?
No se confundan, me estoy refiriendo a la Copa Medio X.
En la primera derrota frente a San Luis jugaron con muchos suplentes y pudieron agarrarse de la excusa de que les falta ritmo a los reservas, entre otras cosas.
El miércoles pasado, Mohamed puso toda la carne al asador y se quedó con las ganas de un triunfo por el tardío cambio de actitud de sus pupilos.
Reconozco que no se enfrentaron a un equipo cualquiera, pese a que jugaron sin su mejor elemento, "Chucky" Lozano. El Pachuca hizo bien las cosas como conjunto y mostró que no depende de un solo jugador.
El Monterrey se equivocó al pisarle tarde al acelerador, ya que lo hizo en los últimos 15 minutos y dejó la sensación de que si ese dinamismo lo hubiera tenido más tiempo, le hubiera alcanzado para más.
Un castigo merecido para un equipo que creyó que sacaría el resultado a la hora que se le antojara y el futbol no permite tanto exceso de confianza.
Ahí viene el Cruz Azul, un equipo llamado grande, con un futbol que en los últimos años ha dejado muchas dudas y pocos títulos.
Si la Copa no se le da a Rayados, hay que mantenerse con los ánimos en las alturas y los pies sobre la tierra en la Liga.
La humildad que no tuvieron frente al Pachuca debe ser el único titular indiscutible en un equipo que quiere trascender.
POR OTRA VICTORIA A todos los seguidores de los Tigres les tengo dos noticias: una buena y una mala.
La buena es que ganaron sin Gignac y la mala es que volvieron a jugar un futbol limitado como su adversario concakafkiano.
Al ejemplo del Monterrey fueron muy pocos los minutos en que los Tigres demostraron ser los dueños de la situación, la claridad futbolística caía con cuenta-gotas.
Parecía que su gran ídolo, el francés Gignac, traía los zapatos al revés, ya que dio su peor presentación y nos mostró que hasta los cracks tienen sus malos días.
Pero lo que me llamó más la atención, fue ver como la ausencia de Javier Aquino le quitó fuerza al ataque felino.
Por otro lado, pese a que lo hecho en el terreno de juego estuvo por debajo de lo esperado, encontraron la forma de ganar y eso ayuda para mejorar los ánimos de cualquier equipo.
Y tomando en cuenta que la jornada nueva se aproxima rápidamente sería muy importante para los felinos aprovechar el mermado América para ligar otra victoria y si es jugando bien, mejor, para así llegar al Clásico con las garras bien afiladas.
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