En 15 días, cuando termine la campaña regular, arreciará la crítica por el sistema de competencia que admite a 12 equipos en la post temporada, clasificada con dos nombres: el de Repechaje y el de la Serie Final por el Título.

Parece un exceso que solamente seis clubes queden fuera de la fiesta.

El enfoque se ha centrado en que se fomenta la mediocridad, lo que es cierto por un lado.

Pero por el otro, hay una serie de consecuencias que operan en sentido contrario.

Si antes era más o menos importante terminar entre los primeros cuatro sitios para recibir el partido de vuelta de los Cuartos de Final en casa, ahora es doblemente crucial. Con las nuevas reglas es necesario evitar la Repesca, y con lo cerrada que está la competencia de esos sitios, todos tienen motivo para buscar el triunfo.

Hay más cosas en juego.

La diferencia de tres puntos entre el sublíder Cruz Azul y el sexto que es Rayados, hace impredecible el final. Cada partido tiene diferentes motivos que lo hacen atractivo.

Pero es un hecho que necesitan apretar porque ahora si hay un premio por ser uno de los cuatro mejores de la clasificación. O si se quiere ver de otra manera, evitan el castigo y el riesgo de jugarse la vida en 90 minutos, en los que todo puede suceder.

Pumas, con un punto que saque de Pachuca esta noche, habrá desplazado a los Tigres al quinto lugar y habrá de recibir el fin de semana a las Chivas, que han caído al octavo.

Pero las huestes de "Tuca", además de eso, tienen que visitar al América que en caso de caer, perdería uno de esos primeros cuatro sitios faltando una jornada para el corte de caja.

Los Pumas por su parte, terminan el torneo visitando a Cruz Azul, que ha de presentarse en casa de Rayados, cuyo posible triunfo también hará carambola en la cima. Y así sucesivamente con todos los involucrados.

Toda moneda tiene dos caras y la del Repechaje no es la excepción: tiene contras pero darle la oportunidad a los menos agraciados empuja la presión hacia arriba y todo mundo tiene que moverse.

Saber de equipos que con tres o cuatro victorias en 15 partidos pueden ser campeones es grosero.

Pero que eso traiga como consecuencia que otros con uno o dos partidos perdidos puedan caer a la primera al fango del olvido, les exige a no aflojar un solo instante.

Doloroso es para Puebla, Tijuana, Atlas, Mazatlán, Querétaro y San Luis permanecer en los últimos seis casilleros que no van a ningún lado.

Son los sitios de la ignominia, de los que no están pudiendo competir en una Liga llena de oportunidades y que deberán trazar de otra manera su futuro antes de que le sean indiferentes a la Liga por su poca aportación al espectáculo, la calidad y los proyectos.

 
 
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