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SAN CADILLA
San Cadilla | 26-11-2015
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Liguilla traicionera
 
 
La Liguilla puede ser todo lo emocionante que quieran, pero este año demostró que es traicionera.

Ese eterno debate de que si es el sistema más justo para coronar al mejor equipo puede mantenerse para siempre, pero en el Apertura 2015 los clubes que jugaron las Semifinales del Clausura conocieron en carne propia lo engañoso que puede ser tocar el cielo desde la Liguilla.

Chivas, Pachuca, Gallos y sobre todo Santos creyeron que con dar la campanada en mayo al echar a los cuatro más regulares eran la gran cosa y sí, en ese momento, lo fueron, pero ahí radica lo traicionero de la Liguilla, porque muchas veces hace creer a sus protagonistas que son buenos equipos cuando eso no necesariamente es cierto.

El caso más patético es el de Santos, que levantó el trofeo después de perder 3-0 la vuelta. No le tomó ni cinco semanas del Apertura para tocar fondo, correr a su técnico y quedar hundido en el caos. Un segundo entrenador no salvó a un plantel que poco había cambiado con respecto al que se coronó...

"No fuimos capaces de administrar el éxito", fue el sonsonete de la directiva cuando le dieron gas a Caixinha, pero ni así el equipo levantó y acabó siendo un fiasco, el primer campeón que no gana un solo partido en casa en la defensa de su título.

Chivas fue algo parecido. Su grandeza histórica no corresponde a su pequeñez actual. Llegó a Semis dando tumbos y lo echaron goleándolo en casa. Se dio continuidad al maltrecho proyecto del Chepo y a los ocho partidos los jugadores lo echaron, Almeyda les dio una zarandeada, pero Pumas los regresó a su realidad y aunque festejaron como Copa del Mundo haber ganado la Copa MX, la poca calidad de su equipo terminó dejándolos fuera.

Los Tuzos, creo, se cuecen aparte. Este es un equipo que a pesar de haber clasificado de panzazo y quedado en Semifinales, nunca se subió al ladrillo. Saben que su proyecto es a mediano plazo y su función de cantera está bien asumida, aunque como equipo tradicionalmente ganador que ha sido, el no llegar a la Liguilla luego de ser semifinalista no es una tragedia, pero sí una piedra en el zapato de Jesús Martínez que no se dará el lujo de llevar dos torneos.

Y lo de Gallos es el cuento del sapo que se convirtió en príncipe, pero luego volvió a ser sapo y se quedó sapo... y creo que así se quedará.

La gran diferencia la vemos hoy con tres de los clubes que entonces quedaron fuera en Cuartos en mayo: Tigres, América y Veracruz, que sí armaron proyectos para triunfar y tuvieron dos malos juegos, pero las cosas que se hacen bien suelen dar frutos eventualmente, y mírenlos, hoy están luchando de nuevo por el título, mientras que los semifinalistas del torneo pasado están viéndolos en la tele. (Por si se lo preguntaron, el otro equipo que quedó fuera el torneo pasado en Cuartos fue el Atlas. Cualquier comentario respecto a su proyecto es un desperdicio de energía).

 
 
san.cadilla@reforma.com
 
 
 
 
 
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