No hay prisa de nada. El proceso huele todavía a nuevo y la eliminatoria no está cercana.
Quienes toman las decisiones en el escritorio, seguramente habrán llegado a la conclusión de que a estas alturas no es necesario pelear con los futbolistas ni tiempo de ponerles dinamita en los terrenos por donde transitan. Mucho menos, de causarles molestias a los que muchas veces aparentan que nos hacen el favor de vestir la camiseta de México.
La reciente obtención de la Copa Oro le permite a Gerardo Martino "jugar" al diálogo, a la apertura y a la cordialidad en Selección Mexicana. Para qué caer en la confrontación si se puede tener a todos contentos.
Con la cabeza ya despejada, sin agotamiento mental y con nuevo club, vuelve Héctor Herrera tras un año de ausencia. También regresa "Tecatito" Corona luego una lesión con sabor a desaire que terminó en un teléfono descompuesto.
Son los tiempos donde las puertas se han vuelto a abrir de par en par para el que guste vestir de verde.
Una vez más, la Selección Mexicana se convertirá por unos días, en el campo de entrenamiento y en escenario ideal para que ciertos nombres no pierdan vigencia.
Está claro que la nueva convocatoria de 31 jugadores representa dos cosas: generar una sensación de continuidad con quienes fueron parte de la Copa Oro y también, establecer un reinicio, un "refresh", un borrón y cuenta nueva.
Si realmente hubiera existido mano dura por parte de Martino y si realmente hubieran deseado los directivos dar un golpe de autoridad con ecos de disciplina, Herrera y Corona no debieron aparecer en la presente lista.
Y ojo, tampoco sobran. México no tiene a 10 jugadores con las fascinantes condiciones del ahora jugador del Atlético de Madrid y esa, indudablemente, es la causa que le genera cierta inmunidad y protección.
Son demasiados jugadores como para que se pueda ver a todos ante Estados Unidos y Argentina. Martino tendría que utilizar dos equipos completamente distintos y no repetir a ningún futbolista en los seis cambios permitidos. ¿Cuál será el plan? ¿Cuadro B ante Estados Unidos y cuadro estelar frente a Argentina? ¿Mezclar? ¿O buscar un 11 ideal y que ese equipo aparezca de arranque en ambos duelos?
Por cierto, el caso José Juan Macías. Tanto trabajo que cuesta encontrar un nueve mexicano y con gol como para que no se le brinde oportunidad de ir a Selección mayor.
Entiendo que será parte fundamental en el proceso preolímpico con Jaime Lozano pero, ningún daño le haría ser probado por Martino en los amistosos.
Macías lanza válidos mensajes en las redes y responde en la cancha. Levanta la mano con certeras actuaciones.
Daría la sensación que para tener un lugar seguro en Selección Mexicana es bueno no jugar, a veces desairar o bien decir: "yo te aviso cuando pueda".
Twitter: @CARLO SLGUERRERO |