Lo que sucedió el pasado viernes 18 de octubre en el partido Veracruz contra Tigres es una muestra de la falta de organización al interior del cuadro jarocho.
Si bien es cierto que hay desesperación en los jugadores por no recibir su pago, también es cierto que estos no han logrado encontrar una manera eficiente de protestar, de hacer que su voz y sus actos generen un cambio y provoquen una verdadera ayuda, ya sea del dueño del club, de la FMF, de la Liga, de jugadores en otros clubes, o bien, de otras instancias que puedan brindar orientación y protección a empleados o prestadores de servicios, como lo son los jugadores profesionales de futbol.
La supuesta falta de solidaridad de Tigres que argumentan algunas personalidades del futbol mexicano y algunos representantes de medios de comunicación ha acaparado las portadas y titulares en noticieros, desvirtuando la protesta que pretendían hacer los jugadores veracruzanos.
La situación que están atravesando los jugadores del Veracruz es lamentable, pero deberían cumplir las amenazas de paro que han hecho a la directiva en varias ocasiones, pasar de la amenaza a la acción. Tal vez así encuentren el eco que están buscando fuera del club Twitter: @bogar7 |