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SAN CADILLA
San Cadilla | 12-03-2019
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Un paso más
 
 
De pronto trato de iniciar con tema un relax y la redacción que me gusta es así, como si fuera una charla de café, una plática entre camaradas. Algo que sea ameno leer, no sólo en el fondo de lo que les cuento, sino también en la forma.

Pero hoy es un tema serio, al menos con el que inicio y quisiera tratarlo como tal.

No sé si se acuerden que hace meses, creo que fue en octubre o noviembre del 2018, salió un caso de un escándalo sexual de un agente de jugadores con un chavito (víctima él) en Veracruz.

Pues ya hay novedades del caso, gracias a Dios.

Pues sí, el que por fin tendrá que responder ante la ley, después de casi 4 meses, es el supuesto representante Ángel Fuentes, acusado de abuso sexual en categorías menores del Veracruz.

Y es que mucho tardó la justicia en pronunciarse, pero sé de primera mano que ayer un Juez Federal determinó que sí hay asunto qué investigar luego de las severas acusaciones que pesan sobre el presunto promotor y depredador, con respecto al impulso a la carrera de jóvenes futbolistas a cambio de prácticas sexuales.

Les cuento que el chamaco que detonó este delicado problema está fuerte, tomando el toro por los cuernos, porque necesitó mucha valentía para hacer pública esta situación, pero más para mantenerse de pie ante la absoluta falta de tacto, sensibilidad e inteligencia del club Tiburones Rojos que reveló su nombre.

(Me queda claro que en ese equipo poco o nada hacen bien. Todo ese club está muy por debajo del nivel que requiere la Liga MX).

El joven retomó su carrera en la Segunda División Premier (con los Coyotes de Tlaxcala), y me dice un Judas del equipo que lejos de verlo cabizbajo o aturdido, detectan que está determinado a triunfar como delantero, pese a lo escabroso de este pasaje.

Mi Judas me contó que que el papá del juvenil, bueno, toda la familia, no cabía de alegría cuando les notificaron que Ángel Fuentes irá a proceso.

La situación estaba llena de cochambre porque después de que se destapó el escándalo las autoridades veracruzanas hicieron "mutis", quizá porque el acusado también trabajaba como funcionario en el municipio de Boca del Río.

El caso parecía enfriarse, tanto que tanto René Isidoro García como su auxiliar Carlos Cazarín fueron separados de sus cargos un par de meses, pero ya llevan otro par dirigiendo a la Sub 20 de Veracruz, pese a la gravedad del asunto, y nadie dice nada.

René Isidoro está bajo la lupa porque le dio oportunidad al joven delantero justo después de que Ángel Fuentes consumó sus objetivos, más allá de que el técnico ya se ha defendido públicamente y revelado que está dispuesto a cooperar con las autoridades.

Por acá les iré notificando los avances del caso y el proceder de las autoridades encargadas de impartir la justicia, en un tema ante el que nadie, nadie, debe ser indiferente.

 
 
Entre Copas
 
 
Y de un tema serio, ahora paso a una persona que de seria tiene muy poco.

La seguridad con la que cuenta el señor Diego Armando Maradona Franco está sobrepasada, la verdad.

Resuuulta que, como era de esperarse, el "Pelusa" armó un caos a su llegada ayer a la Ciudad de México, territorio que sólo había pisado de forma esporádica en sus visitas a Zacatepec.

Ahora, el técnico de Dorados aterrizó con todo su séquito de ches que siempre le cuidan la espalda y que son, mucho, pero muuucho más mam...es que el propio Maradona.

El "10" llegó sacado de la pena al AICM y lo primero que hizo, antes de firmar autógrafos, fue acomodarse en un restaurante para comer a las cinco de la tarde.

Ooobviamente que nadie le quitaba la mirada de encima en el lugar, pero eso sí, a diferencia de otros sitios en la República, ahora sí dejaron que tranquilo degustara del corte que pidió (no sin antes pasar al baño).

Una vez terminados los sagrados alimentos se le amontonaron para firmas y fotos, y ahí fue cuando la puerca torció el rabo para los de seguridad, pues no dejaron que los aficionados abrazaran al "Pelusa".

"Fotos sí, pero sin tocarlo", le decían los de seguridad a los aficionados como si Diego fuera el Santo Papa, y no creo que haya sido venia del Diego, porque éste estaba muy tranquilo viendo sus fotos o el desfile de las playeras de la albiceleste y de Boca con su dorsal.

No les quiero ni platicar la que se armó en los 200 metros que tuvo que recorrer Maradona del restaurante al camión porque sus bárbaros repartieron empujones a diestra y siniestra, tanto a personal del aeropuerto, aficionados y medios de comunicación.

El "Pelusa" llegó con ganas de volver a ganar en CU y sus guaruras con una marca personal que ni la que le acomodaron al argentino hace 33 años.

Sí, hace 33 años cuando pisó la cancha de CU ante Corea en el Mundial, y ahora lo hará ante Pumas con sus Dorados.

PD: De la Copa del Mundo... a la Copa MX.

 
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Twitter: @SanCaReforma
 
 
 
 
 
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