Claudio Suárez era el hombre mejor ubicado en la defensa central. Ramón Morales era dueño de los tiros libres. Luis García le daba gol a Chivas. "Tilón" Chávez recuperaba la pelota y Jesús Arellano la repartía mientras Jesús Mendoza volaba por alguno de los costados. ¡Qué tiempos!
Era el Torneo Invierno del 99 y, un 23 de septiembre, Chivas empataba a cero goles en el Estadio Jalisco frente al Atlas de Juan Pablo Rodríguez, Miguel Zepeda, Mario Méndez, Daniel Osorno y Hugo Castillo, entre otros.
Una noche antes de aquel partido, nacía en Guadalajara José Juan Macías, hoy convertido en el mejor centro delantero mexicano de nuestro campeonato. Aún jugaban los Tecos de Abreu y Zdenko Muf; los Toros Neza de Bebeto y Camilo Romero y el Atlético Celaya de Sergio Bueno que se desprendía de Romano para iniciar su carrera como técnico. Todo aquello cuando Macías apenas iba llegando a nuestro mundo.
El joven delantero del León tiene apenas 19 años. Sus números en la presente campaña son aún mejores que los del francés André Pierre Gignac. Ha disputado el 55.7 por ciento de los minutos posibles y aún así, ha logrado marcar 6 tantos.
Anota cada 108 minutos mientras que el atacante de los Tigres lo ha hace cada 132.
En un departamento estadístico que históricamente le ha pertenecido - y pertenece - a jugadores extranjeros, Macías se ha logrado colar entre Ángel Mena, Brian Fernández, Funes Mori, Caraglio y Gignac.
Por cierto, Everaldo Bejines fungía como hombre gol del León en 1999, Alberto Coyote era el punto de equilibrio de aquel Guadalajara y Mariano Varela estaba lejos, muy lejos de imaginar que dos décadas después, terminaría como director deportivo de Chivas. (Tan lejos como Chivas ve hoy a Macías).
MARCA HISTÓRICA No sé hasta dónde le alcanzará a León en la presente campaña. Sin embargo, la imponente marca de diez victorias de forma consecutiva sabe ya a título.
En un futbol tan irregular, competitivo, impredecible, extraño, alebrestado - o como quieran llamarle - como el nuestro, es completamente anormal que un equipo ligue tantos juegos ganados. De ahí el enorme mérito.
Y aunque muchos dirán que de nada le servirá al León si no es campeón, considero que en un equipo con un bicampeonato relativamente reciente, una temporada tan dominante sería para aplaudirse aún sin título de por medio. No podemos compararlo con Cruz Azul y sus lideratos sin vitrinas. Nada tienen que ver las exigencias y el margen de maniobra de uno y otro.
Ambriz ha sepultado críticas, dejó los grilletes, liberó sus formas, las mejoró, se refrescó como entrenador e hizo olvidar todo aquello que rodeó la salida de Boselli.
Puebla, Atlas, Chivas y Pachuca es el calendario que le resta al León. ¿Hasta dónde llegará la marca histórica?
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