Después de ver los partidos de la Champions y el Pachuca-Tigres en Liguilla, la realidad nos recuerda que la distancia futbolística entre el Viejo y el Nuevo Mundo es mucho más grande que el Océano Atlántico.

Y de éste lado del Mundo, en el Estadio Hidalgo, Nahuel con 7 atajadas dejó vivos los pronósticos a favor de Tigres. Pero si al equipo de Ferretti le siguen llegando en cantidad y claridad, difícilmente terminará la ruta.

El gol marcado por Aquino aunado al no perder, son las únicas condiciones rescatables para los de la "U". El resultado fue frustrante para un local que fincó su clasificación con ocho victorias al hilo en casa. Con la lesión de Jara al minuto 43, Pachuca perdió presencia aérea, gol y pase de gol. Y sin él en la cancha, el campeón con el Leicester City, Leonardo Ulloa, sólo esparció angustia. Los espacios largos que regalaron los de Palermo, tampoco fueron aprovechados con alguna jugada que intimidara al portero Blanco. Y mientras el depósito de combustible de Cardona no marcaba "empty", todos esperábamos la genialidad. Para desgracia de los locales, sus pulmones dejaron de dar abasto y sus músculos comenzaron a fallar antes del minuto 80. Las circunstancias cambian: Tigres empatando 0-0, 1-1 o ganando, avanza. Pachuca sigue obligado a ganar o empatar a dos goles o más.

Mientras que en Tijuana, León ratificó con tres goles, lo que hizo en la Fase Regular. Categórico, el equipo de Ambriz.

Del otro lado del Atlántico, cuando no se trata de jugar bien sino de ganar la Champions, increíblemente, sólo Lionel Messi es el culpable.

Invariablemente sus depredadores desentierran el pecado histórico de no ganar la Copa del Mundo con el solo propósito de evaporar su carrera. Como si fuera "Superman", otros le trazan el límite imposible de ganar cada temporada la Champions.

Pero muy pocos tocan la otra parte de la ecuación: ¿No es gracias a él que Argentina llegó a la Final de la Copa del Mundo en Brasil, dos Finales de Copa América y, a que su Barcelona siempre camine en la Champions? ¿No serán sus compañeros los que realmente producen los fracasos que sólo le achacan a él? ¿Juzgamos a un futbolista o un golfista o tenista en singles? Agreguemos que el vacío de Neymar nunca se llenó en el Barcelona. Ni siquiera con los 300 millones de euros que se gastaron, 160 en Coutinho y 140 en Dembélé, llamados a superar lo que antes tenían y, que lejos de eso, terminaron ridiculizados por sus personalidades, uno por extravagante, el otro por retraído.

Neymar aportó 105 goles con 76 asistencias en 186 partidos. Coutinho en cambio, todavía le cuesta superar las 21 anotaciones con 11 pases de gol en 74 encuentros. ¿La culpa es de Messi? Por favor.

Pd. "Cuando el ídolo se rompe, la gente le devora en pedazos" Eduardo Galeano.

Lo escrito, escrito está.

 
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