Es el mensaje que está colgando en una manta a la afueras del Estadio Azteca. Y es que la afición no solo quiere que Cruz Azul saque un resultado positivo, sino que entregue todo en la cancha así como la afición siempre lo ha hecho a través de los años.

Después de todo, sin la afición, el futbol no tendría vida. Y es un trato justo que los seguidores de La Máquina exijan más de lo que ya han visto. Han pasado 21 años sin que Cruz Azul pueda obtener un título de Liga y esto más que preocupar desespera y desalienta a los cruzazulinos.

Sin embargo, el grupo dirigido por Pedro Caixinha está provocando que la ilusión celeste vuelva a levantarse, pero se viene el América, su talón de Aquiles.

Cada que se menciona el Clásico Joven las emociones no se hacen esperar, se juntan diferentes generaciones para ver si el América seguirá siendo "el papá de los pollitos" o si por fin los celestes se quitarán ese disfraz que a mi parecer no es para ellos. Cuando se habla de Clásico Joven sólo se puede pensar en revancha, venganza y en que este será el bueno.

Lo único con lo que puedo cerrar es que si, en efecto, Cruz Azul debe de jugársela por toda la afición, que siempre está presente esperando lo mejor.

Se los deben. Esta vez no pueden fallar, van por el todo o por el todo.

Cruz Azul, juégatela por ellos.

 
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