El futbol, en su esencia, es una aventura colectiva con jugadores audaces, planteamientos atrevidos que nos regalan emociones. Y sin alejarnos mucho de la realidad, posiblemente ésta es la diferencia entre los actuales Tigres y quienes no necesariamente los superan en puntos, pero que en la mera forma nos divierten más, como hasta ahora es el caso de León, América, Atlas o el mismo Monterrey.

En esta profesión, si elogias a un entrenador que perdió tendrás un amigo y muchos enemigos, pero si lo destrozas, tendrás un enemigo y muchos amigos.

A Ricardo Ferretti, el futbol le está exigiendo que retome la victoria. En este momento sus más de mil partidos dirigiendo, el título del 2011 y la Copa ganada en este año ya no le son suficientes.

Él lo sabe, su equipo tiene rato que se alejó del gol y así es muy difícil sustentar los argumentos. Para esperar en zona, explotar el toque, llegar en bloque y lanzar sus jugadores al ataque no basta con tener burócratas en la cancha. Si hacemos una obscena disección, a los Tigres les hace falta una dupla como Suazo y Pabon, mientras que al Monterrey no le caerían mal muchos de los ocho Tigres que juegan atrás de ellos.

Al igual que cualquier otro entrenador, Ferretti ejerció su derecho de elegir jugadores, pero para su desgracia, también estaba obligado a acertar. Ahora el futuro de Ricardo está encadenado a esos elementos que en la cancha no siempre inventan, deciden y ejecutan con los pies, como si las tres acciones fueran una sola.

¿Salvarán Villa, Ruben, Lugo y Hérculez Gómez al "Tuca"?; porque hasta donde entiendo, no hay un solo director técnico en el mundo que no dependa del "trance" por el que atraviesan sus jugadores.

Del otro lado de la ciudad, Humberto Suazo -mientras estuvo en la cancha- junto a Dorlan Pabon fueron improductivos para solventar con goles el partido en Toluca. Y ahora, el resultado final sí terminó siendo acorde al futbol expuesto por el resto de sus compañeros.

En las últimas semanas, muchos han cuestionado lo que pasaría con el Monterrey cuando sus dos figuras no estén en la cancha. Bueno, no se necesita ser un erudito para descubrir que sin ellos el equipo se vuelve más corriente que común. De hecho, ayer, entre Neri Cardozo, Lucas Silva y Cándido Ramírez sólo contabilizaron un intento a gol.

¿Pero qué problema es más preocupante: tener una dependencia ofensiva en sólo dos jugadores como el Monterrey, o no tener a esos dos goleadores como los Tigres?

PD. "El único elemento que puede sustituir la dependencia del pasado es la dependencia del futuro". John Dos Passos, novelista y periodista estadounidense.

Lo escrito, escrito está.

 
 
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