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Garrote jurídico
Mario Castillejos | 31-07-2014
en CANCHA
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¡Extra, extra! Otra especie se escapó del circo. Alan Pulido se dio a la fuga.

¿Que tiene un contrato vigente con Tigres? Sí. ¿Que el jugador se obligó a cumplirlo a cambio de dinero? Sí. ¿Que se equivoca en la actitud rebelde que asumió? Bueno, ahí ya no estoy tan seguro de un posible error, porque no podemos sacar de contexto que él también puede ejercer su derecho a finiquitar por anticipado, sin mostrar una causa que lo justifique, su relación con Tigres.

En otras palabras, Alan no tiene por qué desgastarse validando motivos. Es más, oficialmente su móvil es mero capricho y, para fines prácticos, con eso basta.

Pero lo interesante del asunto es que si Alan se mantiene firme en incumplir el contrato, sólo estaría sentenciado a cubrir el quebranto económico que le cause al ahora patrón. Y recordemos que su sueldo es sólo de 50 mil pesos mensuales. Aunque también podría ser sancionado con unos meses de inhabilitación.

Bueno, no creo que al departamento legal de Sinergia Deportiva, encabezado por el licenciado Alberto Palomino Garza, se le olvide cómo resolvió el TAS (Tribunal Arbitral du Sport, en francés) el incumplimiento en el que Gastón Fernández incurrió cuando, según la resolución del 29 de noviembre del 2012, se le restringió la participación en cualquier partido oficial por un periodo efectivo de 4 meses, más una multa de 800 mil dólares -monto que, yo calculo, era el sueldo anual vigente- cantidad lejana a los 6 millones de dólares que la institución reclamaba como indemnización.

Si recordamos, de regreso en Argentina, Fernández, quien aún tenía contrato con Tigres, envió un e-mail al club solicitando autorización para aceptar una oferta de Estudiantes en enero del 2010.

Ante el silencio de Tigres, "La Gata" firmó su contrato con Estudiantes, pero la posterior oposición de la FMF para emitir el pase internacional derivó en una habilitación provisional de FIFA que le permitió ser inscrito para jugar en el club argentino.

Ahora, si al fallo mencionado le incrustamos los nombres Olympiacos y Pulido, y la costumbre resolutoria del TAS se mantiene intacta, no sería extraño que la rebeldía de Alan tuviera el siguiente castigo: (Uno) el contrato fue extinguido unilateralmente y sin justa causa por el jugador; (dos) se confirman las sanciones económicas y deportivas al jugador; (tres) se desestima la solicitud de sanciones deportivas al Olympiacos por entender que no indujo al futbolista a la infracción contractual, ni participó de modo alguno en la solicitud de suspensión del contrato, ni en la decisión del jugador de abandonar México.

PD. Para desgracia del "Pacto de Caballeros", la conveniencia del más poderoso sólo prevalece en México. ¿No cree usted?

Lo escrito, escrito está.

 
castillejos@elnorte.com
@castillejos_m
 
 
 
 
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