Cuando llegué al Estadio BBVA Bancomer sentí en el aire la confianza de los aficionados rayados en la obtención de una victoria... y yo pensaba igual.

Pero la posibilidad de ser testigo de esta histórica goleada de 6-0, la más escandalosa en su nueva casa, la sentí venir cuando al minuto 14 de juego los sureños ya perdían por dos goles y daban muestras de su decadente estado físico y anímico, factores que los llevaron a una deplorable presentación futbolística.

Monterrey saltó a la cancha con el firme propósito de mantener el paso arrollador que lleva en la Liga MX y su éxito tuvo la gran colaboración de unos Jaguares con ausencias, carencias de calidad, falta de pagos y de actitud... y de futbol ni hablamos.

A los Rayados no les interesó el incierto momento que viven y que está afectando a los chiapanecos e hicieron lo que debían hacer: ganar, agradar a su gente y golear.

Ni siquiera fue necesario aplicarse a fondo, de hecho en el primer tiempo, luego de alcanzar sus dos goles, el equipo de Mohamed equivocadamente le quitó el pie al acelerador dejando ir vivos a los pupilos de La Volpe en los primeros 45 minutos.

Parecía que la vieja historia de perdonar al rival, de satisfacerse con sumar los 3 puntos y de cuidarse físicamente cuando enfrente está un adversario pidiendo a gritos ser goleado, se repetiría.

Afortunadamente el hambre de gol que tienen esos delanteros rayados, aunada a la calidad de sus volantes y la técnica de golpeo del incansable veteranazo Walter Ayoví, quien nos regaló un soberbio gol, hicieron que la noche estuviera perfecta.

Por otro lado, es una lástima ver que en una Liga, que muchos la consideramos entre las 10 mejores estructuradas del mundo, seguimos teniendo este tipo de problemas como lo es la falta de pagos de los sueldos, mientras la Federación y la "supuesta" Asociación de Jugadores se muestran capaces de evitar a que llegue a las instancias que viven jugadores y cuerpo técnico de Chiapas.

Merecido y plausible lo que hicieron los Rayados, que mantienen con jerarquía el liderato del torneo y ponen la vara bien alta en su nueva casa: ganar por una diferencia de más de seis goles.

 
A CRUZAR LOS DEDOS
 
Con un futbol fresco, con variantes ofensivas, atrevido, alegre y, sobre todo, vertical, el Pachuca le dio la voltereta al marcador y con méritos se llevó los tres puntos ante los Tigres.

Otra vez los felinos sintieron el dolor de perder la ventaja en el marcador, pero ahora no contaron con la suerte de sumar ni siquiera un punto.

A cruzar los dedos para que hoy no haya ganador en el partido Puebla ante Chivas y que Pumas no le gane a León, de lo contrario, Tigres saldría de la zona de clasificación.

 
 
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