Antonio Brown es quizás el mejor receptor abierto de su generación y pudiera terminar su carrera en la NFL como uno de los mejores de todos los tiempos.
Su llegada a los Raiders es, indudablemente, una de las contrataciones más importantes que ha hecho el equipo de Oakland en los últimos tiempos y pudiera convertir a la ofensiva comandada por Derek Carr en una de las más explosivas de la liga.
Sin embargo, todo el talento y la capacidad que tiene Brown, en ocasiones, se han visto opacados por los problemas extra cancha del veterano de 31 años.
Los Acereros se cansaron de darle un trato preferencial tomando en cuenta su invaluable aportación dentro del terreno de juego y, aun así, tuvieron que cambiarlo a Oakland a cambio de muy poco, una vez que AB decidió que el trato que le habían dado en Pittsburgh no había sido el adecuado.
Y, aunque no se le pueden regatear sus logros y su peso específico en el equipo de Mike Tomlin, es evidente que sobre todo en la parte final de su estancia en Heinz Field, Brown se había convertido en una distracción.
Ahora que se ha puesto en marcha la pretemporada y que estamos a menos de un mes del inicio de la temporada regular, Antonio Brown ha vuelto a ser noticia por los motivos equivocados.
Una misteriosa lesión en los pies lo ha mantenido alejado de los entrenamientos y aún no hay claridad con respecto al origen de este problema, ni al tiempo que este pudiera mantenerlo fuera de circulación.
La versión que hasta ahora se ha hecho pública es que Brown pudo haber sufrido la congelación de sus extremidades inferiores tras ingresar a una cámara criogénica sin la protección adecuada.
Más allá de si el tratamiento tiene alguna utilidad (algo que no está científicamente comprobado), y de si está aprobado por la NFL, me parece que Antonio Brown tiene la obligación informarle a los Raiders y obtener su autorización antes de someterse a cualquier procedimiento de esta naturaleza.
Por lo pronto, gracias a que Brown se fue por la libre y no solicitó la supervisión de los especialistas médicos del equipo, los Raiders no tienen claro a partir de cuándo podrán contar con uno de sus jugadores más importantes.
El problema parece no ser grave y, por ahora, se espera que esté de vuelta antes del inicio de la campaña. Sin embargo, esto debe ser tomado como un aviso a tiempo para Jon Gruden y sus colaboradores.
Antonio Brown es un jugador único y puede hacer de Oakland un equipo contendiente en el corto plazo, aunque es necesario que entienda que tiene las mismas obligaciones y responsabilidades que el resto de sus compañeros y que nadie es más importante que el equipo.
Twitter: @JosePabloCoello |