Amado por unos y criticado por otros, Javier "Chicharito" Hernández es un jugador qué, sin lugar a dudas, ya escribió con letras de oro su nombre en la historia del futbol mexicano, y en gran medida es gracias a su fortaleza mental.
Desde muy temprano supo sobreponerse a obstáculos como quedar fuera del Mundial Sub 17 de 2005 o las frustraciones, como él las ha nombrado, por recibir pocas oportunidades.
Su esfuerzo y mentalidad ganadora dieron frutos en 2010, año en el que fue campeón goleador con las Chivas del Guadalajara, formó parte de la convocatoria para la Copa del Mundo de Sudáfrica y fue fichado por el Manchester United.
Desde entonces, los números de Hernández en el Viejo Continente hablan por sí mismos: 127 goles, campeón de la Premier League en dos ocasiones con el manchester United, finalista de la Champions en 2011 y militancia en grandes clubes como Manchester, Real Madrid, Bayer Leverkusen, West Ham y Sevilla.
Hoy, en su regreso a América, "Chicharito" no se equivoca, vuelve como leyenda por su trayectoria en el futbol europeo, y regresa con ese estatus gracias a "imaginar cosas chingonas", a su entrega y a su increíble fortaleza mental, esa que más de uno debe de envidiar.
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