El Club de Futbol Monterrey ha finalizado el mejor mes de su historia con los campeonatos de Liga varonil y femenil del futbol mexicano y una destacada participación en el Mundial de Clubes ante el Liverpool. Difícil igualar un mes tan exitoso como este diciembre del 2019, pero si lo extendemos a todo un año, también resulta muy aspiracional. Campeón de Liga y campeón de Concacaf, dos de los tres trofeos más importantes del año viven en las vitrinas del Monterrey.

El 2019 es el año de Rayados y de nadie más.

Aunque muy pocos se acuerdan de él, no podemos negar que una parte de este año le pertenece al ex entrenador Diego Alonso. Es normal que no se quieran acordar de él en medio del júbilo y después de la exitosa racha de Antonio Mohamed, pero al uruguayo le pertenece una parte del reconocimiento.

Creo una Concachampions contra Tigres, que vale más por ser contra el rival de la ciudad, que por el prestigio del trofeo, más una buena participación en el Mundial de Clubes derivada de ese título internacional. Es más que suficiente para hacerlo parte.

Lo que pasa es que a Diego Alonso lo mató la soberbia del intelectual. Un hombre que, fiel a sus maneras, apostó por aislarse del medio futbolero de Nuevo León y desaparecer por completo el margen de error que una buena conexión con la afición, la relación correcta con la prensa y el juego de identidad te pueden dar.

Decidió pelear solo y cuando decides hacerlo, no hay de otra más que ganar para seguir adelante ¿ustedes creen que a un técnico con un mejor manejo de estas áreas lo hubieran corrido después de ganar la Final de la Concacaf ante Tigres? No; el problema es que el uruguayo confió tanto en su trabajo y capacidad que terminó sin aliados.

Alonso subestimó el poder de lo extra cancha en un estado tan futbolero como Nuevo León.

Dicen que pocos aprenden en cabeza ajena y tal vez Antonio es un de ellos. No pienso, sea casualidad que una de las primeras decisiones del "Turco" en su regreso a Rayados haya sido incorporar a Aldo de Nigris a su cuerpo técnico.

Precisamente el menor de los hermanos De Nigris cumple con esos aspectos tan descuidados por el cuerpo técnico anterior: identificación hacia el exterior, portador del perfil Rayado y una buena relación con el periodismo, además de su liderazgo en el vestidor, genética ganadora y su conocimiento del juego.

Mohamed entendió que para lograr el éxito necesitan estar alineadas varias cuestiones en la vida y en la cancha.

Buena suerte en Miami, Diego, en Monterrey se te recuerda poco...

 
 
Twitter: @AldoFariasGzz