No es sorpresa que el Veracruz arrancara mal el torneo (sin embargo, existían grandes esperanzas de un milagro por parte de la afición).
De la mano de Enrique Meza, el club tuvo un buen partido en su debut ante Pachuca. Pese a esto, el suspiro duró poco ya que han perdido absolutamente todos los juegos, la goleada ante Necaxa desenmascaró los serios problemas que existían así como la ineficacia de la mayoría de los jugadores.
A Veracruz, lamentablemente, no le bastó adjudicarse la marca de más minutos sin anotar así como el descenso más rápido, entre otras. También rompió el récord mundial de partidos sin ganar, y dicho encuentro (ante Querétaro) lo perdió por goleada.
El club lleva 34 partidos al hilo sin conocer la victoria y con la renuncia de Enrique Meza todo parece indicar que podrían ser más.
Soy fiel creyente de que no es culpa de un director técnico con tan excelente currículum como el del "Ojitos", sino que la calidad de los jugadores, en su gran mayoría, no es suficiente para la Primera División.
Aún queda un torneo más, en el que se definirá todo y hoy por hoy se ve complicada la permanencia de un club que tiene un cociente de 0.1429, muy por debajo del más cercano rival en la lucha por no descender: el Guadalajara.
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