Hace unos pocos años, esperaba los lunes para platicar con mis compañeros sobre los partidos del fin de semana.
Ahora la discusión no espera, a los minutos de una gran jugada ya tenemos el video rondando en Twitter, reacciones de jugadores e historias en Instagram hablando en el momento que acontece.
Esta inmediatez tecnológica la hemos desplazado a los jugadores, tratándolos como productos del fast food, que sea rápido, que debute, meta gol y sea seleccionado ya, tal cual la inmediatez del buscador de Google.
Leemos una cantidad casi infinita de técnicos del videojuego FIFA, opinando con una certeza envidiable sobre formaciones y estilos, inclusive se leen opiniones sobre el valor de un jugador por su ranking: "Es un tronco, tiene 75 en el FIFA".
Y como resultado se ha modificado la percepción del futbol. Ahora se mide un jugador por la cantidad de likes que genera, por la cantidad de patrocinadores que tiene y también por si corre mucho y si suda la camisa.
Como si los jugadores que le ponen una pausa al partido fueran malos por no cumplir con los criterios de la modernidad, de la satisfacción inmediata y de las expectativas de las redes sociales.
Twitter: @MackyPinzon |