Hace una semana, Tom Brady anunció que su carrera con los Patriotas había terminado. Tan solo unas horas después, se confirmó que había llegado a un acuerdo para jugar con los Bucaneros, equipo con el que firmó un contrato por las próximas dos temporadas.
De entrada, resulta complicado y hasta triste pensar que la carrera del mariscal de campo más ganador en la era del Super Bowl, terminará lejos de Foxborough y jugando para un equipo que lleva muchos años sin ser protagonista.
Y es que aunque Brady contará con mejores armas a la ofensiva que las que tuvo el año anterior en Nueva Inglaterra y estará más motivado que nunca, es complicado pensar que su sola presencia, a los 43 años, vaya a convertir al equipo dirigido por Bruce Arians en contendiente.
Para nadie es un secreto que la relación entre Bill Belichick y Tom Brady nunca fue tan cercana y fraternal como el egresado de la Universidad de Michigan hubiera querido.
Pero lo cierto es que el polémico entrenador siempre ha mantenido la misma línea durante toda su carrera. Y aunque supo darle su sitio a Brady e incluso reconoció sus virtudes y lo calificó como el mejor de la historia en su mensaje de despedida, de ninguna manera iba a poner a un solo hombre por encima del interés general de la institución.
Es por eso que Belichick solo le ofreció un contrato por un año cuando Brady buscaba al menos dos, y por lo mismo, se negó a que sus jugadores fueran atendidos por el entrenador personal de Brady, Alex Guerrero, en las instalaciones de TB12.
Es en estas circunstancias que Tom Brady quiso mandarle un mensaje a Kraft, a Belichick y a la afición de los Patriotas y tomó un rumbo distinto. Sin embargo, para su mala fortuna, ni los 49ers ni los Titanes le abrieron las puertas, por lo que no le quedó más remedio que firmar con los Bucaneros.
Y si bien es cierto que en Tampa Bay le ofrecieron un acuerdo por dos temporadas, es de llamar la atención que solamente le garantizan 25 millones de dólares por campaña, tan sólo dos millones más que lo que ganó en el 2019 con Nueva Inglaterra.
Durante 20 años, Tom Brady personificó mejor que nadie el famoso "Patriot Way", que ha llevado a esta franquicia a convertirse en una auténtica dinastía.
Hoy, sin embargo, se ha querido dar el gusto de poner su interés personal por delante del equipo, y está en su derecho.
Sin embargo, creo que este "capricho" le pasará factura y provocará que su carrera termine sin pena ni gloria, jugando para un equipo mediocre, bajo el mando de un entrenador en jefe que si bien lo tratará como un hijo, no podrá darle la oportunidad de pelear por un campeonato, como le sucedía año con año al lado de Belichick.
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