foto
¿Valdrá la pena el berrinche?
José Pablo Coello | 24-03-2020
en CANCHA
compartir por:
Hace una semana, Tom Brady anunció que su carrera con los Patriotas había terminado. Tan solo unas horas después, se confirmó que había llegado a un acuerdo para jugar con los Bucaneros, equipo con el que firmó un contrato por las próximas dos temporadas.

De entrada, resulta complicado y hasta triste pensar que la carrera del mariscal de campo más ganador en la era del Super Bowl, terminará lejos de Foxborough y jugando para un equipo que lleva muchos años sin ser protagonista.

Y es que aunque Brady contará con mejores armas a la ofensiva que las que tuvo el año anterior en Nueva Inglaterra y estará más motivado que nunca, es complicado pensar que su sola presencia, a los 43 años, vaya a convertir al equipo dirigido por Bruce Arians en contendiente.

Para nadie es un secreto que la relación entre Bill Belichick y Tom Brady nunca fue tan cercana y fraternal como el egresado de la Universidad de Michigan hubiera querido.

Pero lo cierto es que el polémico entrenador siempre ha mantenido la misma línea durante toda su carrera. Y aunque supo darle su sitio a Brady e incluso reconoció sus virtudes y lo calificó como el mejor de la historia en su mensaje de despedida, de ninguna manera iba a poner a un solo hombre por encima del interés general de la institución.

Es por eso que Belichick solo le ofreció un contrato por un año cuando Brady buscaba al menos dos, y por lo mismo, se negó a que sus jugadores fueran atendidos por el entrenador personal de Brady, Alex Guerrero, en las instalaciones de TB12.

Es en estas circunstancias que Tom Brady quiso mandarle un mensaje a Kraft, a Belichick y a la afición de los Patriotas y tomó un rumbo distinto. Sin embargo, para su mala fortuna, ni los 49ers ni los Titanes le abrieron las puertas, por lo que no le quedó más remedio que firmar con los Bucaneros.

Y si bien es cierto que en Tampa Bay le ofrecieron un acuerdo por dos temporadas, es de llamar la atención que solamente le garantizan 25 millones de dólares por campaña, tan sólo dos millones más que lo que ganó en el 2019 con Nueva Inglaterra.

Durante 20 años, Tom Brady personificó mejor que nadie el famoso "Patriot Way", que ha llevado a esta franquicia a convertirse en una auténtica dinastía.

Hoy, sin embargo, se ha querido dar el gusto de poner su interés personal por delante del equipo, y está en su derecho.

Sin embargo, creo que este "capricho" le pasará factura y provocará que su carrera termine sin pena ni gloria, jugando para un equipo mediocre, bajo el mando de un entrenador en jefe que si bien lo tratará como un hijo, no podrá darle la oportunidad de pelear por un campeonato, como le sucedía año con año al lado de Belichick.

 
Twitter: @JosePabloCoello
 
 
 
 
compartir por:
Resumen Noticioso
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de José Pablo Coello?
1 mes2 meses3 meses
Ultimas columnas
Una Liga dividida e inmoral
17-03-2020
El futuro es de Dak
10-03-2020
El efecto Brady
03-03-2020
El aficionado va de gane
25-02-2020
Es inevitable
18-02-2020
Canton puede esperar
11-02-2020
¡Páguenle ya!
04-02-2020
Contra 'la maldición' de Dan Marino
02-02-2020
El legado de Bill Walsh
28-01-2020
Acostumbrados a ganar
26-01-2020
El Super Bowl soñado
21-01-2020
¿Quién gana y por qué?
19-01-2020
El efecto LaFleur
14-01-2020
Los dos mejores, cara a cara
12-01-2020
¿Y el peso de la localía?
07-01-2020
Hay madera
05-01-2020
No se ve por dónde
31-12-2019
De vida o muerte
29-12-2019
Otras columnas
San Cadilla
SAN CADILLA
Carlos 'Warrior' Guerrero
¿Por qué la certificación?
Santiago Miñón
Futbol y Coronavirus
Rafael Quiroz
El golf y los Juegos Olímpicos
Laureano García Araujo
TRIBUNA ABIERTA