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¡Páguenle ya!
José Pablo Coello | 04-02-2020
en CANCHA
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Kansas City esperó vivir este momento durante 50 años.

A lo largo de todo este tiempo, una larga lista de ejecutivos y entrenadores en jefe, habían sido incapaces de llevar al equipo de regreso a un Super Bowl.

Hoy, gracias al trabajo en conjunto de Brett Veach y Andy Reid, los Jefes no sólo regresaron al partido por el título de la NFL, sino que han vuelto a la cima de la Liga al conquistar el segundo campeonato de su historia.

Es cierto que cada uno de los 53 jugadores que saltó al campo del Hard Rock Stadium el domingo, hizo un trabajo fantástico: la defensa fue capaz de detener a los 49s en tres series consecutivas cuando el partido estaba en la línea; Andy Reid y Eric Bienemy le ganaron la partida a Robert Saleh y diseñaron un plan de juego que le dio equilibrio a la ofensiva, y el equipo nunca bajó los brazos cuando estuvo contra la pared.

Además, Kyle Shanahan volvió a pecar de conservador e inexplicablemente se negó a buscar irse al descanso con la ventaja, y en la primera ofensiva de la segunda mitad eligió tres puntos antes de buscar convertir en cuarta y dos por avanzar.

Sin embargo, el éxito de esta escuadra no puede entenderse sin Patrick Mahomes. Gracias al egresado de Texas Tech, Kansas City es hoy un peso completo de la Conferencia Americana que en 2018 debió haber jugado el Super Bowl, y que en esta postemporada, vino de atrás para eliminar a Houston y a Tennessee en su camino al duelo por el título.

Finalmente, a pesar de haber cometido dos errores graves que pusieron a su equipo en una situación crítica, Mahomes encabezó tres ofensivas consecutivas que terminaron en la zona de anotación, y justamente, fue designado el Jugador Más Valioso del partido.

Brett Veach y Andy Reid detectaron antes que nadie el inusual talento de Patrick Mahomes en los albores de su carrera universitaria.

Hicieron hasta lo imposible para mantener bien guardado su secreto y reclutarlo. Una vez que lo tuvieron en sus manos, fueron pacientes y no se apresuraron en entregarle la titularidad. Todo ese trabajo hoy ha empezado a dar frutos, pero esta historia apenas empieza.

Patrick Mahomes ha demostrado que es un jugador diferente, y como tal, los Jefes están obligados a encontrar la forma de que juegue toda su carrera en Kansas City.

Si eso significa ofrecerle un contrato totalmente garantizado y sin precedentes en términos de duración, adelante.

Si hay que pagarle 50 millones de dólares por temporada, vale la pena. Si es necesario ponerle su nombre al Estadio Arrowhead, darle acciones del equipo y entregarle las llaves de la ciudad, ni lo piensen.

La carrera de este joven va a terminar en el Salón de la Fama, y es responsabilidad de Clark Hunt asegurarse de que llegado el momento, el único uniforme que haya vestido Patrick Mahomes en la NFL sea el de sus Jefes de Kansas City.

 
 
Twitter: @JosePabloCoello
 
 
 
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