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El efecto LaFleur
José Pablo Coello | 14-01-2020
en CANCHA
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Los Packers están de vuelta en la antesala del Super Bowl. Tras vencer en otro duelo dramático a los aguerridos Seahawks, la escuadra más ganadora en la historia de la NFL tiene razones para soñar con aumentar su cosecha de títulos.

Y aunque Aaron Rodgers ha vuelto a ser fundamental para que su equipo superara a la escuadra comandada por Russell Wilson el pasado domingo en Lambeau Field, lo visto durante el partido ha confirmado que el papel del veterano mariscal de campo se ha modificado radicalmente con respecto a la era de Mike McCarthy en Green Bay.

Es cierto que Rodgers, incluso ante la sorpresa de su propio entrenador en jefe, cambió la jugada antes de una crucial tercera oportunidad y 9 por avanzar con menos de 3 minutos en el reloj y dentro de su propia yarda 25. También es innegable que Davante Adams corrió una gran ruta para atrapar un pase perfecto, que pocos habrían podido ejecutar con tanta precisión como el egresado de la Universidad de California. Y es evidente que fue esa conversión la que le permitió al equipo de casa mantener la posesión en un momento clave del duelo para evitar que Wilson tuviera una última oportunidad de entrar al campo para ganar el partido.

Sin embargo, la gran diferencia entre este equipo y aquellos que armó McCarthy durante buena parte de su gestión es que Rodgers no necesariamente tiene que hacer 3 o 4 jugadas extraordinarias en cada partido para aspirar a la victoria y esconder las carencias de la defensa y de su elenco ofensivo.

De entrada, gracias a la llegada de los "hermanos" ZaDarius y Preston Smith, Green Bay puede presionar al mariscal de campo rival consistentemente y provocar así entregas de balón de las ofensivas rivales. Por otra parte, el ataque terrestre, con Aaron Jones como su figura central, le ha dado equilibrio a una unidad que ya no está obligada a tomar riesgos innecesarios y que, por consecuencia, solamente tuvo 13 entregas de balón en la temporada regular.

Matt LaFleur tomó, a su llegada a la institución, el riesgo de restarle protagonismo a un mariscal de campo que ya tiene un anillo de Super Bowl y que estará, al final de su carrera, en el Salón de la Fama. El proceso no ha sido fácil de asimilar para Rodgers, pero hoy no sólo parece estar consciente de que este nuevo esquema le da mejores oportunidades de competir con los pesos completos de la Liga para buscar un segundo título en la recta final de su carrera, sino que ha mostrado estar dispuesto a echarse al equipo al hombro cuando ha sido necesario.

Aún así, hay miles de fanáticos de los Empacadores que añoran aquellas ofensivas explosivas y espectaculares comandadas por Brett Favre y por un joven Rodgers en la era McCarthy. Sin embargo, estoy seguro que si Green Bay gana sus 2 próximos encuentros, no habrá quién no se atreva a reconocer que la ruta elegida por LaFleur para devolverle protagonismo a esta legendaria organización, ha sido la correcta.

 
Twitter: @JosePabloCoello
 
 
 
 
 
 
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