Los Astros de Houston hicieron trampa para ganar la Serie Mundial de 2017.
Lo procedente era imponer sanciones ejemplares como: despojar al equipo del campeonato; suspender 50 juegos a jugadores involucrados; despojar a ganadores de premios individuales (Altuve MVP), y quitarles el derecho de postemporada en 2020.
Sin embargo, el Comisionado de MLB, Rob Manfred, escogió el camino contrario. Impuso sanciones irrisorias e insignificantes (suspensión de un año al mánager y gerente general, perder un par de selecciones y un puño de monedas).
¿La razón? muy sencilla: La prioridad de MLB es proteger el negocio por encima de cualquier cosa, incluyendo una trampa monumental.
Y es que el beisbol esta perdiendo terreno frente al resto de los deportes profesionales en EUA.
Tan sólo en 2018 acudieron 3 millones menos de fanáticos que en 2017. La media de edad de los seguidores del beisbol (55 años) es la más alta de todos los deportes profesionales en EU: 33 años es en la MLS.
En cuanto a la práctica, el beisbol hoy lo juegan 13.3 millones de jóvenes en EU. El soccer ya lo supera con 17.5 millones.
La MLB sabe que si le siguen rascando saldrán más escándalos, lo que significa menos credibilidad en el juego, que implica menos dinero.
¿Lo justifico? no. ¿Lo entiendo? sí. Usted ¿qué opina?
Twitter: @pedroardines |