Cuenta la fábula que un burro paseaba por el prado cuando encontró un objeto largo con hoyos, era una flauta y, por supuesto, el burro no lo sabía... acercó su nariz a la flauta, intentó olerla, pero terminó soplando tan fuerte que produjo un sonido celestial. Tan celestial como el último campeonato de Rayados.
La primera vez que escuché esta fábula como analogía deportiva fue en el año 2003 cuando llegué a Grupo Multimedios con apenas 14 años y toneladas de ilusión en la mochila.
El tercer campeonato en la historia del Club de Futbol Monterrey acababa de llegar y me tocó vivir, tras bambalinas, la búsqueda de argumentos para solidificar esta polémica.
Nunca estuve 100 por ciento de acuerdo con utilizar esta fábula para describir el título del 2003 con Pasarela, pero 17 años después me topó con el Monterrey campeón de Mohamed y este sí parecer ser "el burro que tocó la flauta".
Lo que a Rayados le sucedió en los últimos meses del 2019 fue algo mágico e irrepetible.
Tan mágico, que después de 630 minutos jugados en el torneo pareciera que no saben ni cómo lo lograron. Y si lo saben ¿porqué no lo aplican?
Tan irrepetible que Mohamed es el único técnico campeón en haber llegado de relevo con la temporada en curso (ya sabemos que Alberto Jorge ganó con Toluca en el 2002, pero fue porque La Volpe lo dejó tras 15 exitosas fechas para convertirse en el técnico nacional, un caso extraordinario y muy diferente al de los regios).
Mohamed es un gran técnico en el corto plazo, sobre todo cuando el objetivo cuelga del árbol, pero cuando la carrera es larga y el objetivo no está a la vista, batalla mucho para mantener su categoría como uno de los mejores entrenadores de México.
Alguien tiene que decirlo: Rayados es el campeón por liderazgo motivacional (huevos, entrega, corazón, etc.), el problema con este tipo de liderazgo es que es muy efectivo en el corto plazo, pero insostenible a largo. A esto le agregamos la mentalidad ganadora de algunos jugadores y miembros del cuerpo técnico, la famosa suerte del campeón y una racha que difícilmente volveremos a ver, pero están muy lejos de ser el equipo que presumen.
Bien dice Phil Jackson: "Si crees que ganar el primer campeonato con tu equipo fue difícil, intenta repetir"... y así sucesivamente.
Pintaba para dinastía, pero resultó ser una simple racha navideña.
Escribir está columna en medio de la euforia postcampeonato hubiera sido lo más efectivo para efectos de polémica, pero difícilmente la hubieran entendido. Soy un convencido de que las derrotas abren ojos, y es tiempo de que el universo rayado abra los suyos.
Los americanistas le llaman "falso campeón", yo le llamo "el burro que tocó la flauta." Twitter: @AldoFariasGzz |