En el deporte suele haber una consecuencia directa entre el desempeño y el resultado: si se juega bien, se suele ganar.
Sin embargo, existen ocasionalmente híbridos menos claros que eso: se puede ganar sin jugar tan bien incluso respecto al rival.
Así le pasó al Guadalajara el pasado viernes en la cancha de los Xolos.
Marcó un gol tempranero, se quedó también en los orígenes del partido con un hombre más por la expulsión de Mauro Lainez, soportó el cero pese a un penal en contra y llegó al final sin saber exactamente cómo ganó el partido, pero estando seguro de una cosa: se llevó a casa tres puntos que le oxigenan los pulmones.
Así podemos encontrar más casos en la jornada de fin de semana.
Uno de ellos, el de Cruz Azul que no jugó como otros partidos y vio comprometido el juego contra los Tigres, pero muy cerca del final con un tiro libre -otro- de Adrián Aldrete, desviado por la barrera, vuelve a resolver con un marcador que avala su optimismo después de siete semanas de competencia.
Tigres se queda estacionado con siete puntos en lugares incómodos de la Tabla y La Máquina pita junto con el contingente capitalino en los primeros sitios.
Miguel Herrera asegura que su equipo no le llena todavía el ojo, pero es primer lugar de la clasificación tras vencer a domicilio a los Rayados.
Memo Ochoa fue héroe una vez más -igual que Corona con Cruz Azul por cierto- y resistió todo lo posible y un poco más para salvaguardar un duelo que marca la dirección opuesta de los finalistas del torneo anterior: las Águilas se duelen por sus ausencias pero siguen sumando con la mentalidad como arma fundamental y los Rayados están disfrazados de Veracruz sin encontrar todavía ni resultados, ni su formación ideal, ni la manera de defender con orgullo su título.
Se sabe que las penas con más son menos y tener actuaciones inferiores a las potenciales es poco problema si los triunfos ayudan a corregir con mejor ánimo que el derrotado.
Pumas, que sigue en sitios prioritarios, se descuidó y cayó en casa frente a Monarcas en un resultado que rompió quinielas.
Mientras los del Pedregal no pierdan la tendencia que traían y puedan corregir rápido, no pasará de ser una lección más que servirá para lo que resta del torneo, que es mucho y bueno.
Queda apuntado lo complicado del calendario que les espera en las próximas semanas.
El futbol capitalino goza de cabal salud según muestra su presencia en la cumbre.
Los sitios que ocupa son de privilegio pese a la dificultad de saber si podrán lograr la consistencia que exige un torneo como el mexicano, las noticias que entrega son buenas.
¿Serán descubiertos Gallos, San Luis y Juárez como polizontes o son ya pasajeros destacados?
El torneo tiene buenas preguntas que responder todavía.
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