La evolución de los esquemas ofensivos, el desgaste propio de la posición, así como la relativa facilidad para encontrar sustitutos provenientes de las filas universitarias, ha ido recortando la vida útil de los corredores de bola en los últimos tiempos. Los ejemplos más recientes de este fenómeno son Adrian Peterson y Jamaal Charles, jugadores emblemáticos que han sido dos de los mejores de su generación y que contrario a lo que ellos mismos esperaban, han encontrado poca demanda por sus servicios en el mercado de la agencia libre.

Peterson fue el líder corredor de la NFL en 2015, la última campaña en la que estuvo sano, incluso después de haberse recuperado de una terrible lesión en el ligamento cruzado anterior de la rodilla. Sin embargo, tras un lamentable incidente de abuso infantil, su vuelta a los emparrillados estuvo marcada por la falta de productividad y por una nueva lesión. Y aunque la muestra de lo visto en 2016 parece ser muy pequeña como para pensar que ha dejado de ser un corredor competitivo, el bajo promedio por acarreo, así como su falta de versatilidad, son dos factores que, sumados a su edad y a las dudas que hay entorno a su capacidad para mantenerse sano, han ahuyentado a equipos que aún con la necesidad de mejorar su ataque terrestre, se niegan a tomar el riesgo de firmarlo.

Jamaal Charles es un par de años más joven que Peterson, y a diferencia del ex corredor de los Vikingos, es capaz de hacer daño tanto por tierra como por aire, amen de promediar más de cinco yardas por acarreo durante ocho temporadas consecutivas. Sin embargo, tras una lesión en el ligamento cruzado anterior en 2015, fue incapaz de mantenerse sano el año pasado, y solamente acumula ocho encuentros disputados en las dos campañas más recientes. La fragilidad de su salud, y el hecho de haber sido puesto en libertad por Kansas City, tras no haber podido superar exámenes físicos de rutina, parecen haberse convertido en el obstáculo más importante para encontrar escuadras interesadas en contratarlo.

No dudo que tanto Peterson como Charles puedan ser útiles para equipos que busquen piezas complementarias para su proyecto deportivo. Pero me queda claro que si quieren alargar sus respectivas carreras, deberán asimilar que ya no están para aspirar a tener un rol estelar, y que tendrán que ajustar sus pretensiones económicas.

 
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