El futbol ya no se ve como lo hacía mi padre a sus 17 años por allá de 1966. No había distractores. En la sala, único aposento con televisor en toda la casa, se reunía la familia para observar un partido de futbol sin tabletas electrónicas, sin redes sociales, sin dispositivos para escuchar música. Eran los ojos del espectador, la monocromática y poco nítida pantalla, el romántico juego y el lenguaje elegante del relator.
Hoy, no existe forma alguna de decirle a un joven que se siente a ver un partido durante 90 minutos sin que toque el celular.
Para las nuevas generaciones, la interacción digital es esencial para disfrutar del evento televisivo. Ya no es un simple complemento; es un componente irreemplazable. Necesario saber qué se dice en Twitter y qué comparten los amigos en los jocosos chats.
Quien asiste a un estadio ya no concentra toda su atención en la pelota. Hay protocolos no escritos que se deben cumplir para sentir satisfacción. La foto para Instagram es prioridad y también presumir el evento por Facebook con una selfie que haya cumplido con los más exigentes estándares de calidad.
Todo aquello que mueve las aguas de la industria del deporte en nuestro país, debería estar ocupado en cómo encontrar mecanismos adecuados para atraer y/o mantener a las nuevas audiencias.
¿Cómo convencer a un joven que ha esperado dos años para el inicio de la última temporada de "Game of Thrones" de que vaya al Estadio Azteca para ver al América o al Cruz Azul después del paupérrimo espectáculo que brindaron en un partido con etiqueta de "Clásico"?
Así que hay un gran nicho de oportunidad y un gigantesco reto para los equipos y sus Community Managers. Hoy más que nunca se requiere de gente especializada y no improvisada en la parte digital.
El Club León por ejemplo, lo ha entendido a la perfección. Presentó un video alusivo a "Game of Thrones" pero adaptado al plantel y jugando con la palabra "trono" para intentar atraer de forma inteligente a ese público volátil que no perdona ninguna dosis de aburrimiento.
El futbol tiene competencia y fuerte. Si Cruz Azul no da un golpe de autoridad, si no obsequia al televidente verdaderos motivos para quedarse en la pantalla o en la grada, su propia audiencia se irá alejando. Si un llamado "Clásico" muere de nada y si imperan los empates a cero goles, la atención dejará de estar en la cancha.
Mientras que el rating de "Game of Thrones" ascendió un 36 por ciento en la séptima temporada, el último Súper Bowl LIII disminuyó en un 5 por ciento respecto al anterior según cifras de Nielsen. El triunfo de los Patriotas lo vieron 103 millones de espectadores. La nueva temporada de "GOT" tuvo casi 100 millones contabilizando transmisiones ilegales.
Los tiempos han cambiado.
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