¿Quién es crack en nuestra Liga? Por el ritmo soberbio de sus pases, en corto o en largo, por el calibrado control con el que se mueve por el campo, por la amplitud de su visión, por su condición de atleta, por su confianza en sí mismo, creo que el futbol mexicano aún no le da el reconocimiento que se merece a Aldo Leao Ramírez (Santa Marta, Magdalena, Colombia; 18 de abril de 1981).

Puedo entender que para muchos hay otros jugadores más rápidos en nuestra Liga, con más gambeta, con más gol, incluso, con más pases para gol, pero para dominar el centro del campo, espacio que sólo el que sabe está invitado a transitar, hay pocos interiores como este colombiano para manejar los tiempos del partido con aplomo.

Y al talento natural que posee, agreguemos esa misteriosa frialdad de autómata inteligencia que no es muy común, condiciones todas éstas que la muy avanzada moda de las mediciones nunca va a detectar.

Pero su mayor pecado fue, y sigue siendo, el jugar en la provincia, en un club como Morelia donde con él sólo en siete, de 13 ocasiones posibles, clasificó a la Liguilla, en dos alcanzó un tercer lugar en la general y sólo una vez disputó una Final.

A Leao no lo trajo Tomás Boy, pero sí fue él quien lo repatrió en el Apertura 2009, después de ser desechado por Luis Fernando Tena.

En un país como el nuestro, donde no sabemos galardonar a las figuras, a diferencia de Sinha, Lobos, "Chaco" Jiménez o hasta el bipolar de Ángel Reyna, a este colombiano nunca se le ha distinguido con un "Balón de Oro", pero, en cambio, fue habitual en las convocatorias de José Pekerman Rumbo a Brasil 2014, donde, para su desgracia, una lesión lo dejó fuera de la mejor demostración colombiana de todos los tiempos.

El sábado lo tendremos en el Tecnológico capitaneando, junto al "Negro" Medina y la revelación del torneo, Arturo González, el mediocampo más desequilibrante de la Liga, no obstante que el "Chino" Millar está suspendido.

Si hay un equipo en México que me gusta como juega es el Atlas. Duro partido se le avecina a un Monterrey que empieza a dar tumbos.

De hecho, la gestión me confunde. En ocasiones adopta una actitud de avanzada, pero en otras parece retrógrada. ¿Cómo es posible que en un lapso de 23 días, donde sólo arrastraban dos partidos oficiales, físicamente se desquebrajaron en Toluca?

La situación de estos Rayados se asemeja a una pizza, donde la caja es cuadrada, el producto es redondo y la porción es triangular. Al calor de la derrota, nada tiene sentido. ¿No cree usted?

PD: El futbol no tiene que ser perfecto para que la diversión sea extraordinaria.

Nací calvo, desnudo y sin dientes. Todo lo que venga es lucro.

Lo escrito, escrito está.


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