Vaya semanita para los equipos regios, y todavía no termina.

El Monterrey de Mohamed sigue batallando para cumplir con el fundamento básico del futbol: el orden.

Por más que patalee y grite en la banca, el técnico rayado no ha encontrado el equilibrio que quería para su equipo, perdió la efectividad frente al arco rival y ya se alejó a cuatro puntos de la zona de clasificación.

Y los Tigres, pese a dos derrotas consecutivas, siguen como dueños de su destino, pero su funcionamiento empieza a dejar dudas.

Cuando puse sobre la mesa el tema que en sus últimos encuentros se benefició y aprovechó las circunstancias de jugar con superioridad numérica frente a América y Monterrey, me tupieron, me llovieron mentadas por Twitter.

Curiosamente en los últimos dos encuentros que no hubo expulsiones, los Tigres perdieron la brújula.

El Monterrey no tiene pies ni cabeza.

La impresión que tengo es que sus jugadores hacen lo que se les ocurre, especialmente Cardona, ya que en el momento que tiene la pelota en los pies no parece haber un plan definido, una estrategia, parece que apenas se conocieron hace un par de semanas.

Con los Tigres pasa todo lo contrario: son tan metódicos que les cuesta salir de la pauta y usar su creatividad individual, la inflexibilidad de su sistema táctico o el temor parece limitar a sus jugadores.

La combinación de lo que han mostrado ambos equipos en esta triste semana para el futbol regio sería lo mas adecuado, a eso le llamo equilibrio.

Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre, qué buen refrán.

En esta Jornada 12, el Monterrey recibe al superlíder de la competencia, el León, que vergonzosamente le saca 12 puntos a las rayas.

No creo que esa amplia diferencia refleje el verdadero nivel de ambos planteles, pero pienso que es un real indicativo de la diferencia de futbol que juegan ambos equipos.

Qué bueno que la lógica y el favoritismo no son el pan de cada día en nuestra Liga, para mí eso la hace más agradable, sabemos que existe, pero no es nada confiable.

¿Monterrey caerá frente al líder y ligará su séptimo partido sin ganar?

Eso no sabemos, pero lo que sí es indiscutible es que luego de tanta inversión es inadmisible que jugando como local los Rayados aparezcan como probables víctimas.

Como también es inadmisible que los Tigres pierdan en casa frente al Puebla que aparecía como el peor visitante del torneo.

Que quede claro, tener un gran plantel no es sinónimo de tener un gran equipo.

 
careca@elnorte.com
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