Ya está comprobado, México se convierte en un hueso duro de roer cuando no está obligado, cuando no tiene la presión de ser el grande, cuando la propuesta ofensiva es una exclusividad del rival.
Lo hemos visto con anteriores técnicos desde hace mucho, y con Miguel Herrera, en el último Mundial en Brasil, y con "Tuca", frente a Argentina, no fue la excepción.
Lo que también coincide muy a menudo es nuestra incapacidad para dar el paso trascendente, ganar partidos que dejan huella. Ojalá y ya dejemos de encajarnos en el rol de grandes víctimas y pasemos al siguiente escalón.
Seguiremos en la espera de que aprendamos pronto a que el éxito no se limita sólo en dar un gran partido. Empatar o perder dignamente no nos permitirá movernos de donde estamos.
Podemos felicitar a la Selección Mexicana por el muy buen partido que dio frente a la Albiceleste, pero Estados Unidos, como equipo, están lejos de ser la Argentina.
De hecho, el estilo gringo es totalmente contrario al de los sudamericanos y todo lo bien adaptados que nos vimos en el empate a dos contra los subcampeones mundiales de poco podría servirnos en el partido del día 10 de octubre que será de vida o muerte.
Considerando los estilos de juego, ellos son la víctima y nosotros los obligados. Que Diosito nos agarre confesados.
Espero que el "Tuca" encuentre el once y el esquema táctico adecuado para enfrentar su principal compromiso, el que podría convertirlo en héroe o villano nacional.
VENGAN LOS GOLES Ojalá y esta pequeña pausa no les quite a los equipos el buen nivel de efectividad ofensiva que hemos tenido hasta ahora en nuestra Liga.
Aquí en la Ciudad, el Monterrey recibirá a una Máquina cementera que requiere una empujadita y que viene con un técnico que tiene sus horas contadas.
Pero para aquellos que quieren ver en Cruz Azul tres puntos seguros ganados, mucho cuidado, nuestro futbol pocas veces nos permite asegurar la victoria de uno u otro equipo.
Les recuerdo que los Rayados no se han visto muy bien en sus últimos encuentros. No estará el suspendido Cardona y es un hecho que su zona de creación se verá afectada con su ausencia.
Basanta podría hacer su debut, con el compromiso de ser la solución de los problemas defensivos para Mohamed.
Los Tigres vienen de dar un gran partido y tendrán una prueba de fuego.
Plantarse en el Estadio Azteca frente a un equipo que ha ganado 5 de 7 juegos disputados, con 17 goles anotados y apenas 8 recibidos y un Nacho Ambriz que lleva 71 por ciento de rendimiento desde que agarró al América no es cosa pequeña.
Éste es el rival ideal para que los Tigres nos enseñen de qué realmente están hechos.
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