Entre el agua que dejó el huracán "Patricia", que resultó ser mucho ruido y afortunadamente pocas nueces, y el inconsistente futbol que venía mostrando los Rayados, por primera vez en esta temporada se vieron algunos huecos en las tribunas del hermoso Estadio BBVA Bancomer.

Pero los pocos miles de Rayados que le fallaron a su equipo se perdieron de disfrutar la gran exhibición de entrega, intensidad y de un agradable espectáculo desplegado por equipo de Antonio Mohamed.

Con gran movilidad y un futbol tan imponente como vertical, que seguramente llenó las expectativas de los más exigentes, el Monterrey enseñó su gran capacidad y nos dio la razón a todos aquellos que lo hemos criticado en esta temporada por haber ofrecido tan poco teniendo tanto para dar.

La velocidad, inteligencia, potencia y los grandes goles anotados anoche hacen del ataque rayado la esperanza de calificación a la Liguilla y si logran este objetivo se convertiría en un indeseable rival para cualquiera de los equipos que logren estar en la fiesta grande de nuestro futbol.

Por otro lado, la fragilidad de su defensiva, que sigue equivocándose por desconcentraciones individuales o colectivas y que solamente no recibió goles en dos de 14 partidos jugados, hace de esa línea su talón de Aquiles.

Mientras Tony Mohamed sigue en su frenética búsqueda por el famoso y necesario equilibrio, que a la falta de tres jornadas todavía no lo ha encontrado, seguirá requiriendo que Dorlan Pabon, Cardona y Funes Mori sigan aportando su cuota goleadora que ya suma 25 goles para la causa rayada. Entre los tres promedian 1.78 goles por partido.

Pocas veces, los Rayados han alcanzado un nivel futbolístico digno de elogios, como lo hicieron ayer. Si me aseguran que ésa será la cara con que el Monterrey afrontará sus próximos tres compromisos yo les aseguró que estarán en la Liguilla, pero al no existir tal cosa, mi positivismo seguirá siendo frenado por esa insistente intermitencia futbolística que molesta a cualquiera.

 
 
A UNA VICTORIA DE LIGUILLA
 
Un primer tiempo aceptable y un segundo tiempo discreto no le alcanzaron a Tigres para ganar al peor equipo de la Liga.

El empate no le sirve de mucho a los Dorados que dieron otro paso hacia el descenso y no ven claro su futuro, mientras que este punto pone a Tigres a una victoria de la clasificación.

 
 
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