El Guadalajara tenía que tomárselo en serio y lo hizo.
Lo demostró con su orden para defender, su solidaridad para disputar el balón en cualquier sector del terreno sin darle paso a excesos de confianza, y hasta en la manera en que Alan Pulido cobró el penal para poner el dos a cero cerca del final, renunciando al egocéntrico pasito con el que ha arriesgado a su equipo.
La necesidad de obtener recursos para mejorar su economía obligó al Guadalajara a encimar partidos internacionales con una pretemporada más apegada a lo que necesitaba: concentración en el objetivo deportivo.
Pero ya con la cabeza puesta en lo que debe, obtuvo ayer una victoria frente al campeón y favorito casi unánime -cinco de los seis pronósticos de CANCHA favorecieron a Tigres por ejemplo- para sortear una curva peligrosa que desemboca en terreno más amigable para las próximas dos semanas: Chivas visita al Puebla y recibe al San Luis para tomar aire antes de una subida peligrosa en su montaña rusa que incluye visitas a León, Cruz Azul y el Clásico tapatío.
Tomás Boy es un técnico que combina claros conceptos futboleros con un temperamento que lo traiciona.
Dirigir a Chivas, ir venciendo a un rival tan calificado como Tigres, vibrar con un estadio convertido en fiesta y tener enfrente a Gignac con la "disputa" histórica como mejor goleador histórico de los felinos, le habrá detonado a Boy un comportamiento que le traerá consecuencias. Retar a un jugador adversario, arriesgar a su equipo a perder la concentración por su acto y exponerse a castigos que le impidan estar en la banca en futuros compromisos, le hacen quitar el dedo del renglón. No se lo puede permitir.
Pese a ello y a la espera de su situación disciplinaria, el Guadalajara consigue entonces una victoria que le da estatura y confianza. Esos triunfos refuerzan la autoestima, confirman que se está trabajando bien y ahuyentan fantasmas.
Vivimos apenas la segunda jornada con sorpresas parecidas al triunfo de las Chivas.
Ver al Atlas y a los Pumas con dos victorias en la punta de la tabla acompañando a Santos, tomar nota de Rayados con dos derrotas, saber de un Querétaro invicto y el gol de último minuto que le cuesta el empate a Cruz Azul en la noche del homenaje al "Conejo" Pérez, son noticias discordantes pero que merecen tiempo para ser confirmadas.
Pumas gusta y convence y Atlas por fin tiene orden. Albricias para sus seguidores, que por lo pronto se ilusionan con un mejor futuro que sobre todo el caso de los tapatíos, necesita remediar un pasado oscilante entre lo gris y lo negro.
El devenir de las jornadas dirá lo que ha sido casual y lo que intenta ser fundamento de una nueva era.
Por lo pronto, ofrece una novedad interesante y curiosa.
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