En palabras a todos nos encanta el concepto de la competencia porque nos hace mejores, pero en los hechos constantemente huimos a ella.
A muchos del futbol mexicano les molestó que sometiéramos a comparación los Clásicos nacionales con el regiomontano, como si Tigres y Rayados no hubieran hecho suficiente para ganar el derecho de competir por ser la mejor rivalidad de México.
Qué casualidad que son los protagonistas principales (jugadores y técnicos) lo que más insistieron en que la comparación de Clásicos era polémica barata. ¿Será porque son los más presionados con estas controversias y quieren seguir en su zona de confort? Yo creo que sí.
Abrimos una conversación que permaneció cerrada por décadas y pusimos en duda el orden jerárquico de los Clásicos.
A mi entender, algo muy positivo, a menos de que no quieras retar tu posición o dejar que la gente piense.
¿Por qué tenemos que seguir tomándonos el mismo Kool-Aid de toda la vida con los mismos cuatro grandes y las mismas contiendas estelares?
Uno de los argumentos más usados en contra de la nueva narrativa del futbol mexicano es que la amenaza de otros equipos al penthouse de los cuatro grandes no es nueva, y hasta cierto punto tienen razón, ya que históricamente la élite siempre ha tenido equipos abajo que los incomodan, por ejemplo Toluca y Pachuca en la década de los dosmiles. Con la gran diferencia de que Tigres y Rayados cuentan con el poderío de las dos mejores aficionados del País, dos empresas que los hacen fuertes económicamente hablando y una buena base digital. Ambas instituciones lo hicieron muy bien, pero simple y sencillamente porque sus plazas estaban condenados a quedar abajo.
Caso contrario de los regios que su plaza encuentran la mayor fortaleza para pelearle a los grandes de toda la vida. El medio se ha aburguesado y hemos perdido noción de para quién trabajamos.
Se nos olvida que nuestros comentarios, críticas, análisis, ideas y opiniones van para los aficionados, y no para los jugadores, entrenadores y directivos, que rara vez están contentos con nuestro trabajo.
Podemos decir con todas sus letras que la semana del Clásico Joven y regio fue mejor que los partidos en sí.
Que contrario a lo que muchos en su posición privilegiada en la industria del futbol piensan, los medios de comunicación hicimos nuestra parte en cuestionar la supremacía de una rivalidad sobre otra.
Entiendo si las Chivas, el Cruz Azul y los Pumas quieren estancarse con misma historia de siempre, pero no comprendo cómo es que el americanismo, siendo tan exigente y competitivo no entiende que en la actualidad sus rivales más poderosos son los regios, quienes les han propinaron dos de las derrotas más dolorosos en su historia.
Abracemos las nuevas historias del futbol mexicano.
Twitter: @AldoFariasGzz |