El partido de la Selección contra Corea está sujeto al rutinario análisis de lo que sucedió en él, pero con la mira más larga: es otro paso al frente para mejorar lo anterior.

Ese avance no se ve en un solo partido, pero lo sucedido ante un rival al que se tuvo en el el puño tanto tiempo para ganarle apenas tres goles a dos, nos hace revivir algunos pasajes del pasado reciente.

El reporte técnico de la FIFA acerca del Mundial de Rusia hace ver datos interesantísimos.

Uno de ellos, que sólo Alemania necesitó mas disparos a puerta que México para hacer goles en Rusia 2018. Se dispara mucho y se acierta poco: no es contundente.

Pero además, el Tri disparó poco: su promedio de tiros a puerta fue de 3.3 por partido, necesitando 4.3 disparos en promedio para marcar un gol. Fue el segundo menos eficiente como ya quedó apuntado.

Con otro detalle a tener en cuenta: pese a que en Rusia creció de manera dramática la cantidad de goles anotados desde afuera del área respecto a Brasil 2014, México no convirtió ninguno de sus tres goles con disparos de larga distancia.

La tendencia habla de la importancia de largar intentos: si en Brasil se hizo un gol cada 42 tiros lejanos, en Rusia fue cada 29 pero el Tri no participó en ese carrusel.

¿Qué encontramos en el amistoso del sábado?

Datos muy similares a esta pequeña radiografía: no disparó desde afuera del área por la falta de costumbre y por un equipo coreano amontonado atrás sin querer saber gran cosa sobre jugar futbol, y un índice paupérrimo de efectividad pese a la gran cantidad de ocasiones generadas.

A lo que se llega con esto es que lo ocurrido no es obra de la mala suerte ni de un accidente; obedece a una tendencia que no se ha podido revertir a través de los años.

Mucho se habló sobre el tridente histórico que colocó en la alineación inicial el "Tata" Martino.

Ver al "Tecatito", A Raúl y al "Chucky" nos hizo frotar las manos, pero su productividad fue decepcionante: no cambiaron la historia.

Que este haya sido apenas el segundo partido que juegan juntos bajo la gestión de Martino, es dato poco atenuante.

Es verdad que el equipo presionó incisivamente al rival, que durante largos lapsos se le fue encima debiendo golear y que el funcionamiento, pese a las bajas coreanas por contagios -problema de ellos- fue satisfactorio.

Pero también lo es que en dos distracciones se recibieron dos goles que complicaron un trámite sencillo que nos hace voltear de nuevo al reporte mundialista: México fue el segundo equipo con más disparos en contra en Rusia 2018.

Guillermo Ochoa hizo 25 atajadas y recibió 6 goles. Sólo la Selección de Bélgica sufrió más. La fragilidad defensiva del Tri sigue siendo un tema.

Resta un año para mejorar.

La tendencia, hoy, dice que no se ha logrado.

 
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